Talált 29 Eredmények: Aptos

  • Estos son los hijos de Israel aptos para la guerra contados por Moisés y Aarón, ayudados por los doce jefes de Israel, uno de cada tribu. (Números 1, 44)

  • de todos los de más de treinta años hasta los cincuenta, aptos para entrar al servicio de la Tienda de las Citas. (Números 4, 3)

  • Alistarás a los de treinta años para arriba hasta cincuenta, aptos para prestar servicio en la Tienda de las Citas. (Números 4, 23)

  • de todos los de treinta años hasta los cincuenta, aptos para prestar servicio en la Tienda de las Citas. (Números 4, 30)

  • de todos los de más de treinta años hasta los cincuenta, aptos para prestar servicio en la Tienda de las Citas. (Números 4, 35)

  • de todos los de treinta años hasta los cincuenta, aptos para el servicio en la Tienda de las Citas. (Números 4, 39)

  • de todos los de treinta años para arriba hasta los cincuenta, aptos para servir en la Tienda de las Citas. (Números 4, 43)

  • de todos los de treinta años hasta los cincuenta aptos para servir y transportar las cosas de la Tienda de las Citas (Números 4, 47)

  • Pasamos, pues, el torrente de Zared. El tiempo que estuvimos caminando desde Cadés Barné hasta el paso del torrente fue de treinta y ocho años, hasta que hubo desaparecido del pueblo toda la generación de los hombres aptos para la guerra, como les había dicho Yavé. (Deuteronomio 2, 14)

  • Nabucodonosor llevó al destierro a todos los jefes y notables, herreros, cerrajeros, a todos los hombres de valor y aptos para la guerra. Un total de diez mil fueron desterrados a Babilonia. Solamente quedó la parte más pobre de la población. (2 Reyes 24, 14)

  • Así todos los hombres importantes, en número de siete mil, los herreros y cerrajeros en número de mil y todos los hombres aptos para la guerra fueron deportados a Babilonia por el rey de Babilonia. (2 Reyes 24, 16)

  • Todos éstos fueron hijos de Jedaiel, cabezas de familia, esforzados guerreros, en número de diecisiete mil doscientos, aptos para la milicia y la guerra. (1 Crónicas 7, 11)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina