Talált 423 Eredmények: Arca de la Alianza en la Biblia

  • Yavé terminó diciendo a Moisés: «Pon por escrito estas palabras, pues éste es el compromiso de la Alianza que he pactado contigo y con los hijos de Israel.» (Exodo 34, 27)

  • Estuvo allí con Yavé por espacio de cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni tomar agua. Y escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los diez mandamientos. (Exodo 34, 28)

  • Cuando Moisés bajó del monte Sinaí, tenía en las manos las dos tablas de las Declaraciones divinas donde estaban escritas las leyes de la Alianza, y no sabía que la piel de su cara se había vuelto radiante, por haber hablado con Yavé. (Exodo 34, 29)

  • el Arca y sus varas, el Lugar del Perdón y el velo que lo cubre; (Exodo 35, 12)

  • Bezaleel hizo el Arca de madera de acacia, con una longitud de dos codos y medio, codo y medio de anchura y otro codo y medio de altura. (Exodo 37, 1)

  • Le pusieron cuatro anillos de oro, uno en cada ángulo del Arca, dos en un lado y dos en otro. (Exodo 37, 3)

  • Las pasaron por los anillos que estaban a los lados del Arca y sirvieron para llevarla. (Exodo 37, 5)

  • Este era el inventario de la Morada de la Alianza, realizado por orden de Moisés y hecho por los levitas bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. (Exodo 38, 21)

  • el Arca de la Alianza con sus varas y el Lugar del Perdón; (Exodo 39, 35)

  • Allí pondrás el Arca de la Alianza y cubrirás el Arca con la cortina. (Exodo 40, 3)

  • Colocarás el altar de oro para el incienso delante del Arca de la Alianza y colgarás la cortina a la entrada de la Morada. (Exodo 40, 5)

  • Luego tomó el Testimonio y lo puso en el Arca, puso al Arca las varas y sobre ella colocó el Lugar del Perdón en la parte superior. (Exodo 40, 20)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina