Talált 69 Eredmények: Contestaron
Contestaron: «De un país muy lejano vienen tus servidores, por la fama de Yavé, tu Dios, pues sabemos de su poder y de todo lo que hizo en Egipto, (Josué 9, 9)
Le contestaron: «Te lo damos con mucho gusto.» Entonces Gedeón extendió su manto y cada israelita echó un anillo de su botín. (Jueces 8, 25)
Los dirigentes le contestaron: «Por esta razón precisamente venimos a buscarte y queremos hacerte nuestro jefe y el de todo Galaad, con tal de que pelees con los amonitas.» (Jueces 11, 8)
El sacerdote les dijo: «¿Qué están haciendo?» «¡Cállate!», le contestaron. (Jueces 18, 18)
Los danitas le contestaron: «Calla de una vez, no sea que algunos se pongan de mal genio y te quiten la vida a ti y a los tuyos.» (Jueces 18, 25)
Entonces los jefes de Jabés le contestaron: «Danos un plazo de siete días. Vamos a mandar mensajeros por todo el territorio de Israel, y si no hay nadie que nos ayude, entonces nos rendiremos a ti.» (1 Samuel 11, 3)
Entonces Samuel dijo: «Yavé y el rey son ahora testigos de que ustedes no encontraron en mí culpa alguna.» Y ellos contestaron: «Efectivamente, es como tú dices.» (1 Samuel 12, 5)
Entonces fue Saúl en persona a Ramá y, cuando llegó al pozo, preguntó: «¿Dónde están Samuel y David?» Le contestaron: «Están en las Celdas.» (1 Samuel 19, 22)
Los de Israel respondieron: «Tenemos más derechos que ustedes sobre el rey, pues somos diez por uno; ¿por qué, pues, nos ofenden de esa manera? Además el rey nos debe más que a ustedes. ¿No hemos sido los primeros en hacer volver al rey David?» Pero los de Judá contestaron con palabras más duras. (2 Samuel 19, 44)
Zorobabel, Josué y los jefes de familias israelitas les contestaron: «No podemos unirnos a ustedes para reconstruir la Casa de nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos; así lo ha mandado Ciro, rey de Persia.» (Esdras 4, 3)
Ellos me contestaron: «Se lo devolveremos y no les reclamaremos nada. Haremos como tú has dicho.» Entonces llamé a los sacerdotes y, delante de ellos, hice jurar a todos que cumplirían su promesa. (Nehemías 5, 12)
Les puse entonces centinelas: «¡Estén atentos cuando toquen la trompeta!» Y también contestaron: «No queremos atender.» (Jeremías 6, 17)