Talált 94 Eredmények: Culpa

  • Los que en ti mandan son como un león rugiente que desgarra su presa: devoran a la gente, les quitan sus bienes y sus joyas, y por su culpa las viudas son cada vez más numerosas. (Ezequiel 22, 25)

  • Por culpa tuya apagaré todas las estrellas del cielo y extenderé sobre tu país las tinieblas, palabra de Yavé. (Ezequiel 32, 8)

  • Tan cierto como que yo vivo, dice Yavé, que si mis ovejas quedaron expuestas a los ladrones, si se convirtieron en presa de las fieras salvajes, la culpa es de los pastores. Mis pastores no se preocuparon de mis ovejas, se preocuparon de sí mismos pero no del rebaño. (Ezequiel 34, 8)

  • Entonces salí en defensa de mi Nombre, porque éste había sido profanado en las naciones donde se encontraba Israel y por culpa de éste. (Ezequiel 36, 21)

  • Por eso le dirás esta palabra de Yavé a la casa de Israel: no es por ustedes que hago esto, casa de Israel, sino por mi santo Nombre que por culpa de ustedes fue profanado en las naciones donde estaban. (Ezequiel 36, 22)

  • Sin embargo, éste respondió: «Ya que el rey, mi señor, fijó personalmente lo que deben comer y beber, temo que me eche la culpa y me castigue, si al llegar los encuentra más delgados que los jóvenes de su edad.» (Daniel 1, 10)

  • Después de las sesenta y dos semanas será muerto un ungido, sin que se encuentre culpa en él; y la ciudad y el templo serán destruidos por el pueblo de un rey que vendrá. Y terminará como sumergida. Hasta el fin habrá guerras y los desastres que Dios ha previsto. (Daniel 9, 26)

  • Se han corrompido profundamente como aquel día en Guibea, pero Yavé se acordará de su culpa y castigará sus pecados. (Oseas 9, 9)

  • Jonas les contestó: «Llévenme y arrójenme al mar, y éste se calmará, porque sé que por culpa mía les ha sobrevenido esta tempestad.» (Jonás 1, 12)

  • Prepara el carro con sus caballos, tú que vives en Laquis, pues por tu culpa empezó a pecar la hija de Sión, ya que tú le enseñaste el mal que se cometía en Israel. (Miqueas 1, 13)

  • ¿O le gustarán miles de carneros y torrentes de aceite? ¿O será necesario que sacrifique a mi hijo mayor para pagar mi culpa, al fruto de mis entrañas por mi pecado?» (Miqueas 6, 7)

  • El país se convertirá en un desierto por culpa de sus habitantes: esto será el fruto de sus maldades. (Miqueas 7, 13)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina