Talált 200 Eredmények: Diez

  • Al verlo, los servidores de Aquis le dijeron a éste: «Oh rey, ¿no es éste David? ¿No es éste a quien le cantaban en danza: "Saúl mató a mil, David mató a diez mil?" (1 Samuel 21, 12)

  • y le envió a diez de sus muchachos, a los que dijo: «Suban a Carmelo y vayan a saludar a Nabal de parte mía. (1 Samuel 25, 5)

  • Diez días después, Yavé hizo que muriera. (1 Samuel 25, 38)

  • ¿No es éste aquel David de quien cantaban a coro: Saúl mató a mil y David a diez mil?» (1 Samuel 29, 5)

  • Entonces el rey salió a pie, con toda su familia. Sólo quedaron diez concubinas para cuidar el palacio. (2 Samuel 15, 16)

  • La tropa respondió: «Tú no debes ir, pues a nadie le llamaría la atención si huimos o si muere la mitad de nosotros; tú, en cambio, eres como diez mil de nosotros. Es mejor que te quedes en la ciudad y puedas socorrernos.» (2 Samuel 18, 3)

  • Joab le dijo al que le traía la noticia: «Ya que lo viste así, ¿por qué no lo mataste? Te habría recompensado con diez monedas de plata y un cinturón.» (2 Samuel 18, 11)

  • Entonces se acercaron diez jóvenes escuderos de Joab y lo remataron. (2 Samuel 18, 15)

  • Los de Israel respondieron: «Tenemos más derechos que ustedes sobre el rey, pues somos diez por uno; ¿por qué, pues, nos ofenden de esa manera? Además el rey nos debe más que a ustedes. ¿No hemos sido los primeros en hacer volver al rey David?» Pero los de Judá contestaron con palabras más duras. (2 Samuel 19, 44)

  • David entró en su casa, en Jerusalén; tomó a las diez concubinas que había dejado para cuidar la casa y las puso bajo vigilancia. Se preocupó de su mantenimiento, pero ya no se acercó a ellas y permanecieron encerradas como viudas hasta el día de su muerte. (2 Samuel 20, 3)

  • diez bueyes cebados y veinte bueyes de pasto, cien cabezas de ganado menor, aparte de los ciervos, gacelas, gamos y aves cebadas. (1 Reyes 4, 23)

  • Los enviaba al Líbano por turnos de diez mil al mes. Estos pasaban un mes trabajando en el Líbano, y dos meses en sus casas. Adoniram estaba al frente de ellos. (1 Reyes 5, 14)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina