Talált 131 Eredmények: Holocausto
un novillo, un carnero y un cordero de un año para el holocausto; (Números 7, 75)
un novillo, un carnero y un cordero de un año para el holocausto; (Números 7, 81)
El total del ganado: para el holocausto, doce novillos, doce carneros, doce corderos de un año, con sus oblaciones correspondientes; para el sacrificio por el pecado, doce chivos. (Números 7, 87)
Los levitas impondrán sus manos sobre la cabeza de los novillos, y tú sacrificarás el primero como sacrificio por el pecado, y el otro en holocausto a Yavé: así harás la expiación por los levitas. (Números 8, 12)
y un cuarto de medida de vino para la libación; añadirás esto al holocausto o al sacrificio de cada cordero. (Números 15, 5)
Cuando ofrezcas en sacrificio un novillo, ya sea como holocausto, ya sea como sacrificio de comunión o para cumplir un voto o como ofrenda pacífica a Yavé, (Números 15, 8)
Si alguien hizo algo por inadvertencia y la comunidad no se dio cuenta de ello, entonces toda la comunidad presentará a Yavé como sacrificio un novillo, para un holocausto de agradable olor, con una oblación y una libación como lo preve la norma. En seguida presentará un chivo para la expiación. (Números 15, 24)
Balaam le dijo a Balac: "Quédate aquí cerca de tu holocausto mientras voy a dar una vuelta. A lo mejor Yavé viene a visitarme para que yo te revele entonces lo que me dé a conocer". Y Balaam se fue a una cumbre. (Números 23, 3)
Volvió pues donde Balac que seguía de pie junto a su holocausto con todos los jefes de Moab. (Números 23, 6)
Balaam le dijo entonces a Balac: "Quédate aquí junto a tu holocausto, que yo iré un poco más lejos". (Números 23, 15)
Balaam volvió entonces donde aquél, que seguía de pie al lado de su holocausto con los jefes de Moab. Balac le preguntó a Balaam: "¿Qué dijo Yavé?" Y Balaam proclamó su poema: "¡Levántate Balac, escucha! ¡Pon atención, hijo de Sipor! (Números 23, 17)
dos corderos de un año sin defecto. Es el holocausto perpetuo. Ofrecerán uno de los corderos por la mañana, y el otro al atardecer, (Números 28, 4)