Talált 907 Eredmények: Jerusalén

  • Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. (Evangelio según San Lucas 2, 25)

  • Llegó en aquel momento y también comenzó a alabar a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. (Evangelio según San Lucas 2, 38)

  • Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. (Evangelio según San Lucas 2, 41)

  • Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. (Evangelio según San Lucas 2, 43)

  • Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. (Evangelio según San Lucas 2, 45)

  • A continuación el diablo lo llevó a Jerusalén, y lo puso en la muralla más alta del Templo, diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, (Evangelio según San Lucas 4, 9)

  • Un día Jesús estaba enseñando, y había allí entre los asistentes unos fariseos y maestros de la Ley que habían venido de todas partes de Galilea, de Judea e incluso de Jerusalén. El poder del Señor se manifestaba ante ellos, realizando curaciones. (Evangelio según San Lucas 5, 17)

  • Jesús bajó con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había allí un grupo impresionante de discípulos suyos y una cantidad de gente procedente de toda Judea y de Jerusalén, y también de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades; (Evangelio según San Lucas 6, 17)

  • Se veían en un estado de gloria y hablaban de su partida, que debía cumplirse en Jerusalén. (Evangelio según San Lucas 9, 31)

  • Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, Jesús emprendió resueltamente el camino a Jerusalén. (Evangelio según San Lucas 9, 51)

  • Pero los samaritanos no lo quisieron recibir, porque se dirigía a Jerusalén. (Evangelio según San Lucas 9, 53)

  • Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. (Evangelio según San Lucas 10, 30)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina