Talált 313 Eredmények: Madre

  • Jerajmeel tuvo otra mujer cuyo nombre era Atará, que fue madre de Onam. (1 Crónicas 2, 26)

  • Pero Jabés fue más ilustre que sus hermanos, y su madre le dio el nombre de Jabés, diciendo: «Di a luz con dolor.» (1 Crónicas 4, 9)

  • Había todavía cosas buenas en Judá. Se afianzó, pues, el poder del rey Roboam en Jerusalén. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yavé de entre todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. La madre de Roboam era amonita y se llamaba Noama. (2 Crónicas 12, 13)

  • Reinó tres años en Jerusalén. Su madre era Micaya, hija de Uriel, de Guibea. Siguió la guerra entre Abías y Jeroboam. (2 Crónicas 13, 2)

  • El rey Asá llegó a quitar a Maacá, su madre, el título de Gran Dama, porque había hecho un Horror para Aserá. Asá destruyó este Horror, lo hizo pedazos y lo quemó en el torrente Cedrón. (2 Crónicas 15, 16)

  • Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar y reinó veinticinco años en Jerusalén. Su madre Azubá era hija de Silji. (2 Crónicas 20, 31)

  • Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, hija de Omrí. (2 Crónicas 22, 2)

  • También él siguió los caminos de la familia de Ajab, pues su madre le aconsejaba mal. (2 Crónicas 22, 3)

  • Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que había muerto su hijo, se levantó y exterminó a toda la descendencia de los reyes de Judá. (2 Crónicas 22, 10)

  • Joás tenía siete años cuando empezó a reinar y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sibia y era de Bersebá. (2 Crónicas 24, 1)

  • Amasías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar. Reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre Yahadán era de Jerusalén. (2 Crónicas 25, 1)

  • Ozías tenía dieciséis años cuando empezó a reinar y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Su madre, Jecolía, era de Jerusalén. (2 Crónicas 26, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina