Talált 120 Eredmények: Malos

  • Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡con cuánta mayor razón el Padre de ustedes, que está en el Cielo, dará cosas buenas a los que se las pidan! (Evangelio según San Mateo 7, 11)

  • Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo produce frutos malos. (Evangelio según San Mateo 7, 17)

  • Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos. (Evangelio según San Mateo 7, 18)

  • Al atardecer le llevaron muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malos con una sola palabra, y sanó también a todos los enfermos. (Evangelio según San Mateo 8, 16)

  • Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder sobre los malos espíritus para expulsarlos y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. (Evangelio según San Mateo 10, 1)

  • Raza de víboras, si ustedes son tan malos, ¿cómo pueden decir algo bueno? La boca siempre habla de lo que está lleno el corazón. (Evangelio según San Mateo 12, 34)

  • Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los buenos, (Evangelio según San Mateo 13, 49)

  • Del corazón proceden los malos deseos, asesinatos, adulterios, inmoralidad sexual, robos, mentiras, chismes. (Evangelio según San Mateo 15, 19)

  • Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, de modo que la sala se llenó de invitados. (Evangelio según San Mateo 22, 10)

  • El asombro de todos fue tan grande que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? Una doctrina nueva, y ¡con qué autoridad! Miren cómo da órdenes a los espíritus malos ¡y le obedecen!» (Evangelio según San Marcos 1, 27)

  • Antes del atardecer, cuando se ponía el sol, empezaron a traer a Jesús todos los enfermos y personas poseídas por espíritus malos. (Evangelio según San Marcos 1, 32)

  • Incluso los espíritus malos, apenas lo veían, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» (Evangelio según San Marcos 3, 11)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina