Talált 218 Eredmények: Miedo

  • sabiendo que se apoyan en ídolos sin vida, ¿cómo tendrían miedo de que sus falsos juramentos sean castigados? (Sabiduría 14, 29)

  • Los escondrijos donde se refugiaron no los pusieron al abrigo del miedo: ruidos espantosos resonaban a su derredor, y se les aparecían espectros lívidos, de rasgos lúgubres. (Sabiduría 17, 4)

  • porque aquellos que se jactaban de sanar a los espíritus de sus perturbaciones y de sus temores, eran presa de un miedo ridículo. (Sabiduría 17, 8)

  • Aunque no hubiera nada que temer, el simple paso de un animal o el silbido de una serpiente bastaba para aterrorizarlos; se morían en convulsiones de miedo, no atreviéndose a mirar ese aire que nos rodea y del cual nadie podría huir. (Sabiduría 17, 9)

  • Tener miedo es simplemente renunciar a la ayuda de la razón; mientras menos se cuenta con esa ayuda interior, más aumenta la causa desconocida de sus sufrimientos. (Sabiduría 17, 11)

  • se veían perseguidos por espectros y permanecían clavados en su sitio: un miedo horrible y súbito los embargaba. (Sabiduría 17, 14)

  • Al verlo, el Exterminador retrocedió y tuvo miedo: había bastado con este anticipo de tu cólera. (Sabiduría 18, 25)

  • Mantente alejado del que puede matar, y no tendrás miedo de morir. Si te acercas a él, trata de no molestarlo, pues podría quitarte la vida: Sabes muy bien que caminas en medio de trampas, que caminas por encima de un muro. (Sirácides (Eclesiástico) 9, 13)

  • Un cerco de madera en una altura no resiste al viento; lo mismo el insensato frente a sus propios terrores: cualquier miedo lo domina. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 18)

  • Mucha gente se niega a prestar, no por maldad sino por miedo a que los despojen sin motivo. (Sirácides (Eclesiástico) 29, 7)

  • El hombre prudente no descuida la reflexión; en cambio el orgulloso indiferente no tiene miedo a nada. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 18)

  • El que teme al Señor no tendrá miedo, no se asustará por nada porque El es su esperanza. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 14)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina