Talált 400 Eredmények: Paz

  • a los santos y creyentes que viven en Colosas, verdaderos hermanos míos en Cristo: Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre. (Carta a los Colosenses 1, 2)

  • y gracias a él fuera reconciliado con Dios, porque la sangre de su cruz ha restablecido la paz tanto sobre la tierra como en el mundo de arriba. (Carta a los Colosenses 1, 20)

  • Así la paz de Cristo reinará en sus corazones, pues para esto fueron llamados y reunidos. Finalmente, sean agradecidos. (Carta a los Colosenses 3, 15)

  • Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios Padre y en Cristo Jesús el Señor: Permanezcan con ustedes la gracia y la paz. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 1)

  • Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 3)

  • Ténganles mucho aprecio y cariño por lo que hacen. Y vivan en paz entre ustedes. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 13)

  • Que el Dios de la paz los haga santos en toda su persona. Que se digne guardarlos sin reproche, en su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 23)

  • Reciban gracia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, el Señor. (2º Carta a los Tesalonicenses 1, 2)

  • Que el Señor de la paz les dé su paz en todo tiempo y en todo. Que el Señor esté con todos ustedes. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 16)

  • a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Recibe gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. (1º Carta a Timoteo 1, 2)

  • por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, con toda piedad y dignidad. (1º Carta a Timoteo 2, 2)

  • No debe ser bebedor ni peleador, sino indulgente, amigo de la paz y desprendido del dinero. (1º Carta a Timoteo 3, 3)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina