Talált 97 Eredmények: Piedad

  • Lo juro por mi vida, dice Yavé, puesto que tú ensuciaste mi santuario con todas tus inmundicias y horrores, yo, por mi parte, te arrasaré, no te miraré con piedad, seré sin misericordia. (Ezequiel 5, 11)

  • Serás objeto de burla y de risa para las naciones que te rodean, cuando te corrija sin piedad y haga contigo lo que te dije. Yo, Yavé, hablé. (Ezequiel 5, 15)

  • Luego dice a los otros, de manera que yo lo entienda: "Recorran la ciudad detrás de él y maten. No perdonen a nadie, que su ojo no tenga piedad. (Ezequiel 9, 5)

  • Por eso, yo tampoco los perdonaré, mi ojo no tendrá piedad. Haré que su comportamiento recaiga sobre su cabeza". (Ezequiel 9, 10)

  • Nadie tuvo compasión de ti, nadie te cuidó, ni siquiera por piedad; el día en que viniste al mundo, a nadie interesabas y te dejaron en el suelo en medio del campo. (Ezequiel 16, 5)

  • Yo Yavé lo dije, y lo haré; no retrocederé, no tendré piedad ni misericordia, se te juzgará según tu conducta y según tus obras, palabra de Yavé. (Ezequiel 24, 14)

  • Por eso, esto dice Yavé: Voy a traer de vuelta a los desterrados de Jacob, tendré piedad de todo Israel y defenderé celosamente mi santo Nombre. (Ezequiel 39, 25)

  • Yavé se mostró lleno de celo por su tierra y tuvo piedad de su pueblo. (Joel 2, 18)

  • Así dice Yavé: «Mi sentencia en contra de Edom por sus muchos crímenes será sin apelación. Porque ha perseguido con espada a su hermano Israel ahogando todo sentimiento de piedad, porque le tiene un odio siempre vivo y le guarda un rencor que nunca pasa, (Amós 1, 11)

  • y todo el que te vea, huirá de ti. Dirán: «Asolada está Nínive, ¿quién tendrá piedad de ella? ¿Dónde buscar quien la consuele?» (Nahún 3, 7)

  • ¿Seguirá, pues, tirando constantemente la espada, masacrando sin piedad a las naciones? (Habacuc 1, 17)

  • En mis ciudades habrá abundancia de todo. Yavé tendrá una vez más piedad de Sión y volverá a hacer de Jerusalén su predilecta.» (Zacarías 1, 17)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina