Talált 149 Eredmények: Profecía de Samuel

  • Al oír Asá estas palabras y esta profecía cobró ánimo e hizo desaparecer los ídolos abominables de todo el país de Judá y Benjamín y de las ciudades que había conquistado en los cerros de Efraím, y restauró el altar de Yavé que estaba delante de la Casa. (2 Crónicas 15, 8)

  • No se había celebrado Pascua como ésta en Israel desde los días del profeta Samuel y ningún rey de Israel celebró una Pascua como la que celebraron Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se hallaban presentes, y los habitantes de Jerusalén. (2 Crónicas 35, 18)

  • Moisés y Aarón eran sus sacerdotes, Samuel también invocaba su nombre: invocaban al Señor y él les respondía. (Salmos 99, 6)

  • Samuel fue amado del Señor. Como profeta del Señor estableció la realeza y dio la unción santa a los jefes de su pueblo. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 13)

  • Samuel exterminó a los jefes enemigos y a todos los príncipes de los Filisteos. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 18)

  • Profecía sobre Moab. Bastó con una noche: Ar-Moab quedó toda en silencio. Bastó con una noche: Quir-Moab fue destruida, (Isaías 15, 1)

  • Profecía sobre el desierto que está junto al mar. Esto viene del desierto, del país espantoso, es como una tempestad que pasa por el Negueb. (Isaías 21, 1)

  • Profecía sobre Edom: Alguien me grita desde Seír: «Centinela, ¿qué hora es de la noche? Centinela, ¿qué hora es de la noche? (Isaías 21, 11)

  • Profecía sobre Arabia: Entre las matas de la estepa pasan la noche las caravanas de los dedanitas. (Isaías 21, 13)

  • Profecía contra el valle de la Visión: ¿Qué te pasa, que has subido a las terrazas, (Isaías 22, 1)

  • Profecía contra Tiro: Lloren, navíos de Tarsis, porque ha sido destruido su puerto. Al volver del país de Quitim supieron la noticia. (Isaías 23, 1)

  • Y me dijo Yavé: Aunque Moisés y Samuel vinieran en persona a rogar por este pueblo, mi corazón no se compadecería de él. ¡Echalos de mi presencia, que se vayan lejos! (Jeremías 15, 1)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina