Talált 234 Eredmények: Profeta

  • Estas son palabras de Yavé que le llegaron al profeta Jeremías sobre el destino de las naciones. (Jeremías 46, 1)

  • Estas fueron las palabras que Yavé dirigió al profeta Jeremías, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, emprendió el ataque a Egipto: (Jeremías 46, 13)

  • Esta es la palabra de Yavé que llegó al profeta Jeremías referente a los filisteos, antes que el Faraón se apoderase de Gaza. (Jeremías 47, 1)

  • Palabra de Yavé al profeta Jeremías acerca de Elam, al comienzo del reinado de Sedecías, rey de Judá. (Jeremías 49, 34)

  • Mira, Yavé, y piensa: ¿a quién has tratado así? Las madres tuvieron que comer a sus hijos, a sus niños de pecho. Fueron asesinados en el santuario de Yavé sacerdote y profeta. (Lamentaciones 2, 20)

  • Te escucharán o no te escucharán - porque son una raza de rebeldes - pero sabrán que hay un profeta en medio de ellos. (Ezequiel 2, 5)

  • Les dirás pues esta palabra de Yavé: Si alguien en Israel lleva consigo sus ídolos y se apega a lo que lo hace pecar, que vaya no más a ver al profeta, yo Yavé le daré una respuesta apropiada a sus sucios ídolos. (Ezequiel 14, 4)

  • Yo, Yavé, responderé personalmente a cualquier israelita y a cualquier extranjero que vive en Israel, que vive alejado de mí, que sólo piensa en sus ídolos que lo inducen a pecar, y que después vaya al profeta para que me consulte. (Ezequiel 14, 7)

  • Si el profeta se deja convencer por esa persona y le da una respuesta de mi parte, es porque yo, Yavé, busqué su perdición. Castigaré a ese profeta y lo eliminaré de en medio de mi pueblo. (Ezequiel 14, 9)

  • Ambos soportarán el peso de su culpa, el que consulta y el profeta que sea consultado. (Ezequiel 14, 10)

  • Pero cuando eso ocurra -y eso va a ocurrir- sabrán que tenían un profeta en medio de ellos. (Ezequiel 33, 33)

  • En esta hora ya no tenemos rey, ni profeta, ni jefe; no podemos ofrecerte víctimas, sacrificios, ofrendas ni incienso. No tenemos un lugar en que presentarte las primicias de nuestras cosechas y así conseguir tu favor (Daniel 3, 38)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina