Talált 71 Eredmények: Puedes

  • ¿Y puedes tú, Yavé, no conmoverte al ver estas cosas? ¿Durará tu silencio y será mayor nuestra humillación? (Isaías 64, 11)

  • Puedes decirles todo esto, pero se harán los sordos. Puedes llamarlos, pero no te responderán. (Jeremías 7, 27)

  • Ahora mismo te quito las cadenas que tienes en tus manos. Si quieres acompañarme a Babilonia, ven conmigo, que yo te protegeré; si no te gusta, quédate. Mira, tienes todo el país a tu disposición; puedes ir a donde quieras o a donde te convenga. (Jeremías 40, 4)

  • «¡Atiende, por favor, nuestra solicitud! Ruega a Yavé, tu Dios, por este grupito -pues de tantos que éramos, hemos quedado reducidos a unos pocos, como tú mismo lo puedes comprobar-, para que Yavé, tu Dios, nos indique el camino que debemos seguir o lo que tenemos que hacer.» (Jeremías 42, 3)

  • Es el significado de la piedra que has visto desprenderse del monte sin ayuda de ninguna mano y que redujo a polvo el hierro, el bronce, la loza, la plata y el oro. El Dios grande te ha revelado lo que ha de venir. ¿No es cierto que éste fue tu sueño? Entonces puedes estar seguro de la explicación.» (Daniel 2, 45)

  • Así fue el sueño que tuve yo, el rey Nabucodonosor. Tú, Beltsasar, explícamelo, ya que ninguno de los sabios de mi reino ha podido darme su interpretación; pero tú puedes, porque en ti reside el espíritu de los dioses santos (Daniel 4, 15)

  • He oído decir que tú puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Por eso, si logras leer este escrito y decirme su interpretación, serás vestido de púrpura, llevarás al cuello el collar de oro y gobernarás la tercera parte del reino. (Daniel 5, 16)

  • El rey le dijo: «Puedes hacerlo.» (Daniel 14, 26)

  • Tus ojos son puros y no soportas el mal y ni puedes ver la opresión. ¿Por qué, entonces, miras a los traidores y observas en silencio cómo el malvado se traga a otro más bueno que él? (Habacuc 1, 13)

  • Tampoco jures por tu propia cabeza, pues no puedes hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos. (Evangelio según San Mateo 5, 36)

  • Un leproso se acercó, se arrodilló delante de él y le dijo: «Señor, si tú quieres, puedes limpiarme.» (Evangelio según San Mateo 8, 2)

  • Se le acercó un leproso, que se arrodilló ante él y le suplicó : «Si tú quieres, puedes limpiarme.» (Evangelio según San Marcos 1, 40)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina