Talált 88 Eredmények: Sabrán

  • Pondré en ustedes nervios, haré que brote en ustedes la carne, extenderé en ustedes la piel, colocaré en ustedes un espíritu y vivirán: y sabrán que yo soy Yavé". (Ezequiel 37, 6)

  • Entonces, cuando haya abierto sus tumbas y los haya hecho levantarse, sabrán que yo soy Yavé. (Ezequiel 37, 13)

  • Pondré en ustedes mi Espíritu y vivirán; los estableceré en su tierra y sabrán que yo, Yavé, lo dije y lo hice. -palabra de Yavé. (Ezequiel 37, 14)

  • Cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre, las naciones sabrán que yo soy Yavé quien santifica a Israel. (Ezequiel 37, 28)

  • Así demostraré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante numerosas naciones: sabrán que yo soy Yavé. (Ezequiel 38, 23)

  • Provocaré un incendio en Magog y entre los habitantes de las islas que viven seguros, y sabrán que yo soy Yavé. (Ezequiel 39, 6)

  • Daré a conocer mi santo Nombre en medio de mi pueblo de Israel; no permitiré que se lo profane más, y sabrán las naciones que yo soy Yavé, el Santo de Israel. (Ezequiel 39, 7)

  • Sabrán que yo soy Yavé cuando me manifieste a las naciones paganas. (Ezequiel 39, 28)

  • Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre. (Oseas 9, 7)

  • y sabrán ustedes que yo estoy en medio de Israel, yo Yavé, su Dios, y no hay otro. Mi pueblo no será ya jamás confundido. (Joel 2, 27)

  • Y sabrán que yo soy Yavé, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo, y Jerusalén será un lugar santo por el que no pasará extranjero. (Joel 4, 17)

  • Por eso levanto mi mano para que las saqueen aquellos que fueron sus esclavos.» Así sabrán que Yavé de los Ejércitos me ha enviado. (Zacarías 2, 13)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina