Talált 364 Eredmények: Sangre

  • Por eso ese lugar es llamado Campo de Sangre hasta el día de hoy. (Evangelio según San Mateo 27, 8)

  • Al darse cuenta Pilato de que no conseguía nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, pidió agua y se lavó las manos delante del pueblo. Y les dijo: «Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa.» (Evangelio según San Mateo 27, 24)

  • Y todo el pueblo contestó: «¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!» (Evangelio según San Mateo 27, 25)

  • Se encontraba allí una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacía doce años. (Evangelio según San Marcos 5, 25)

  • Y les dijo: «Esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que será derramada por una muchedumbre. (Evangelio según San Marcos 14, 24)

  • Por eso, a esta generación se le pedirá cuentas de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo: (Evangelio según San Lucas 11, 50)

  • desde la sangre de Abel, hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el Santuario. Sí, yo se lo aseguro: la generación presente es la que tendrá que responder. (Evangelio según San Lucas 11, 51)

  • En ese momento algunos le contaron a Jesús una matanza de galileos. Pilato los había hecho matar en el Templo, mezclando su sangre con la sangre de sus sacrificios. (Evangelio según San Lucas 13, 1)

  • Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»). (Evangelio según San Lucas 22, 20)

  • Entró en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de sangre que caían hasta el suelo.) (Evangelio según San Lucas 22, 44)

  • han nacido, no de sangre alguna ni por ley de la carne, ni por voluntad de hombre, sino que han nacido de Dios. (Evangelio según San Juan 1, 13)

  • Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. (Evangelio según San Juan 6, 53)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina