Talált 351 Eredmények: Santo

• Judas y sus hermanos se dijeron entonces: «Nuestros enemigos están derrotados: subamos, pues, y purifiquemos el Lugar Santo para consagrarlo de nuevo.» (1 Macabeos 4, 36)

• Así, pues, hagan una copia de este decreto y entréguensela a Jonatán para que se deposite en el Monte Santo en un determinado lugar.» (1 Macabeos 11, 37)

• defenderé a mi nación, al Lugar Santo, a la mujer y a los hijos de todos ustedes.» (1 Macabeos 13, 6)

• Los enemigos de los judíos quisieron entonces invadir su país para destruir su Lugar Santo. (1 Macabeos 14, 31)

• Desearon que fuera su general y cuidara el Lugar Santo, designando por sí mismo a quienes dirigirían los trabajos y también a los que estarían a cargo de la administración, del ejército y de las fortalezas. (1 Macabeos 14, 42)

• Acepto que Jerusalén y el Lugar Santo sean autónomos y que cuantas armas has fabricado, así como las fortalezas que has construido y ocupado, te pertenezcan. (1 Macabeos 15, 7)

• Planta a tu pueblo en tu lugar santo, como dijo Moisés.» (2 Macabeos 1, 29)

• El mismo Dios, como esperamos, se apiadará pronto de nosotros y nos reunirá de todas partes en el Lugar Santo, pues nos ha sacado de grandes males y ha purificado este Lugar.» (2 Macabeos 2, 18)

• hasta los reyes honraban el Lugar Santo y lo enriquecían con magníficos regalos; (2 Macabeos 3, 2)

• De las casas salía la gente en tropel con gran confusión para suplicar todos juntos por el Lugar Santo, que iba a ser profanado. (2 Macabeos 3, 18)

• Los judíos, mientras tanto, bendecían al Señor, que había llenado de gloria su Lugar Santo. El Templo, poco antes inundado de temor y miedo, se llenó de gozo y alegría por la extraordinaria manifestación de Dios. (2 Macabeos 3, 30)

• No contento con esto, Antíoco se atrevió a entrar en el Templo más santo de toda la tierra, guiado por Menelao, el traidor a las leyes y a la patria. (2 Macabeos 5, 15)