Talált 33 Eredmények: Tablas

  • Yo había subido al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas de la Alianza que Yavé había pactado con ustedes, permaneciendo en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. (Deuteronomio 9, 9)

  • Entonces me dio Yavé las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Todas sus palabras estaban ahí escritas, todas las palabras que les dijo en el monte, desde en medio del fuego, en el día de la asamblea. (Deuteronomio 9, 10)

  • Y Yavé me dio las dos tablas de piedra, las tablas de la Alianza, al terminarse los cuarenta días y las cuarenta noches. (Deuteronomio 9, 11)

  • Bajé, pues, de la cumbre ardiente, teniendo en mis manos las dos tablas de la Alianza, (Deuteronomio 9, 15)

  • Arrojé, entonces, con ambas manos las tablas que llevaba y las hice pedazos a la vista de todos. (Deuteronomio 9, 17)

  • En ese tiempo Yavé me dijo: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras y sube hacia mí en el monte; harás también un Arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)

  • Yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras que rompiste y las pondrás en el Arca.» (Deuteronomio 10, 2)

  • Hice, pues, un arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra como las primeras y subí al cerro llevándolas. (Deuteronomio 10, 3)

  • Yavé escribió en las tablas eso mismo que había en las primeras, las diez palabras que les dijo en el monte desde en medio del fuego, en el día de la Asamblea, y me las dio. (Deuteronomio 10, 4)

  • A la vuelta, bajando del monte, puse las tablas en el Arca que había hecho , y quedaron allí como me lo mandó Yavé. (Deuteronomio 10, 5)

  • El patio grande tenía en derredor tres filas de piedras talladas y una fila de tablas de cedro labrado, igual que el patio interior de la Casa de Yavé y su Vestíbulo. (1 Reyes 7, 12)

  • En el Arca no hay nada fuera de las dos tablas de piedra que Moisés colocó allí en el Horeb, cuando Yavé pactó la Alianza con los israelitas a su salida de Egipto. (1 Reyes 8, 9)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina