Talált 144 Eredmények: Toma

  • Toma como coraza la rectitud yy como casco escogió sus juicios equitativos (Sabiduría 5, 18)

  • Entre los palos que le quedan y que no sirven para nada, divisa uno todo torcido y lleno de nudos; lo toma y lo va esculpiendo a ratos; pone en él todo su arte y le da forma humana, (Sabiduría 13, 13)

  • Toma sus precauciones para que no se caiga, pues sabe muy bien que su dios es incapaz de ayudarse a sí mismo: hay que ayudarlo porque no es más que una estatua. (Sabiduría 13, 16)

  • No digas: "¡Pequé y no me pasó nada!" El Señor se toma todo su tiempo. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 4)

  • toma su carga sobre tus hombros y soporta su yugo; no te impacientes por sus cadenas. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 25)

  • Cuando el rico tiene problemas, son muchos lo que vienen a ayudarlo; puede decir tonterías y le hallarán que tiene razón. Cuando el pobre comete un error, le llaman la atención, si dice cosas sensatas, nadie se las toma en cuenta. (Sirácides (Eclesiástico) 13, 22)

  • El que detesta las amonestaciones toma el camino del pecado, el que teme al Señor se vuelve a él de todo corazón. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 6)

  • cómo toma la palabra en la Asamblea del Altísimo y se glorifica delante del Todopoderoso: (Sirácides (Eclesiástico) 24, 2)

  • El viajero sediento abre la boca y toma cualquier agua que encuentre: ella también se coloca frente a cualquier palo y a cualquier flecha abre su aljaba. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 12)

  • Alegría del corazón y bienestar para todo el ser, eso es el vino que se toma a sus horas y con moderación. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 28)

  • Malestar para todo el ser, eso es el vino cuando se toma en exceso por vicio o por una bravuconada. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 29)

  • De la luna nueva toma su nombre el mes: ¡qué maravilla cuando llega a su creciente! Ella es el estandarte de los ejércitos celestiales, mientras ilumina la extensión del firmamento. (Sirácides (Eclesiástico) 43, 8)


“Leve Deus aos doente; valera’ mais do que qualquer tratamento!” São Padre Pio de Pietrelcina