Talált 83 Eredmények: Virgen María

  • Hijos de Ezra: Jéter, Méred, Efer y Yalón. Jéter fue padre de María, Samay y Jisbaj, padre de Estemoa. (1 Crónicas 4, 17)

  • Hijos de Amram: Aarón, Moisés y María. Hijos de Aarón: Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar. (1 Crónicas 5, 29)

  • Entonces hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a los mejores hasta dentro de su santuario, sin perdonar a joven ni a virgen, a viejo ni a canoso; a todos los entregó Dios en su mano. (2 Crónicas 36, 17)

  • «Señor, Dios de mi padre Simeón, a él le diste una espada para castigar a aquellos extranjeros que violaron a una virgen ultrajándola, que desnudaron su cuerpo para su propia vergüenza y que profanaron su seno para su propia deshonra. Ellos hicieron eso, aunque tú dijiste: (Judit 9, 2)

  • Una hija es para su padre una causa secreta de inquietud; el cuidado que le ocasiona le quita el sueño; si es joven, por el temor a que demore en casarse; si está casada, a que su marido le tome tirria. 10. Mientras es virgen, podría dejarse seducir y quedar embarazada en la casa de su padre. Si tiene marido, tal vez podría serle infiel o bien no darle hijos. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 9)

  • y ésta es la palabra que Yavé ha pronunciado contra él: La Virgen de Sión te desprecia y se ríe de ti, la hija de Jerusalén te hace burlas por la espalda. (Isaías 37, 22)

  • ¡Baja y siéntate en el suelo, virgen hija de Babel! No más trono: Siéntate en la tierra, hija de los caldeos. Ya no te llamarán más delicada y tierna. (Isaías 47, 1)

  • Como un joven se casa con una muchacha virgen, así el que te reconstruyó se casará contigo, y como el esposo goza con su esposa, así harás las delicias de tu Dios. (Isaías 62, 5)

  • Debido a todo esto, así habla Yavé: Averigüen entre las naciones y vean si alguien oyó cosa semejante: una cosa horrible ha hecho la Virgen de Israel. (Jeremías 18, 13)

  • Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel. (Jeremías 31, 4)

  • Coloca señales, pon en su lugar las marcas; fíjate bien en la ruta, en el camino por el que te has ido. Vuelve, Virgen de Israel, vuelve a estas ciudades, que son tuyas. (Jeremías 31, 21)

  • ¡Sube a Galaad a buscar bálsamos, virgen, hija de Egipto! ¡Pero es inútil que multipliques tus remedios, pues nada podrá sanarte! (Jeremías 46, 11)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina