Talált 35 Eredmények: adoradores falsos

  • Fue entonces cuando Yavé puso aparte la tribu de Leví para que llevaran el Arca de la Alianza, para que fueran sus servidores y sus adoradores, y para que bendijeran invocando su nombre, como lo hacen hasta el día de hoy. (Deuteronomio 10, 8)

  • El rey rompió las imágenes de los falsos dioses, cortó los troncos sagrados, y los lugares en donde se encontraban fueron llenados de huesos humanos para hacerlos impuros. (2 Reyes 23, 14)

  • Porque él reconoció a los que son falsos, ¡vió el pecado, lo entendió! (Job 11, 11)

  • ¿Acaso quieren defender a Dios con argumentos falsos y justificarlo con mentiras? (Job 13, 7)

  • Líbrame del afán de mis contrarios, pues contra mí se levantan falsos testigos que lanzan amenazas. (Salmos 27, 12)

  • Falsos testigos se levantan en mi contra, me interrogan por cosas que yo ignoro; (Salmos 35, 11)

  • Nicanor llegó a Jerusalén con un ejército numeroso y envió a Judas y a sus hermanos falsos mensajes de amistad, diciéndoles: (1 Macabeos 7, 27)

  • Partiendo de falsos razonamientos sacan estas conclusiones: "Nuestra vida es corta y llena de decepciones, tendremos un fin y será sin remedio: nunca se ha visto que alguien haya subido del mundo de los muertos. (Sabiduría 2, 1)

  • Hay algunos a los que les gusta excitarse hasta el delirio, y entonces entregan falsos oráculos. Otros viven en el mal y llegan hasta el perjurio; (Sabiduría 14, 28)

  • sabiendo que se apoyan en ídolos sin vida, ¿cómo tendrían miedo de que sus falsos juramentos sean castigados? (Sabiduría 14, 29)

  • Pero con toda justicia serán castigados por dos motivos: primero porque desconocieron a Dios al irse con los ídolos, segundo porque cometieron un fraude, al hacer falsos juramentos menospreciando lo que es sagrado. (Sabiduría 14, 30)

  • Luego vinieron los Jueces: cada uno de ellos tiene su propia fama. Su corazón no se vendió a los falsos dioses, y no se apartaron del Señor. ¡Que sean benditos para siempre! (Sirácides (Eclesiástico) 46, 11)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina