Talált 448 Eredmények: agua viva

  • Llegará el día, dice Yavé, en que mandaré al país el hambre, mas no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yavé. (Amós 8, 11)

  • los que decían: «¡Viva el Dios de Dan!» y «¡Viva el Dios Querido de Bersebá!» Esos caerán para no levantarse más. (Amós 8, 14)

  • A su paso se desmoronan las montañas y los valles se hunden como cera ante el fuego o como el agua que se escurre por la pendiente. (Miqueas 1, 4)

  • Amenaza a los mares y los seca, los ríos se quedan sin agua. El Basán y el Carmelo desfallecen y se marchita el verdor del Líbano, (Nahún 1, 4)

  • Sácate agua para el asedio, refuerza tus fortalezas, métete en la arcilla, pisa el mortero, toma el molde para hacer ladrillos. (Nahún 3, 14)

  • Al oírla el ángel me ordenó: «Anúncialo a viva voz: Esto es lo que dice Yavé de los Ejércitos: Mi amor por Jerusalén y por Sión es tan grande que llega a ser celoso; (Zacarías 1, 14)

  • Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo, - yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias - él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego. (Evangelio según San Mateo 3, 11)

  • Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él. (Evangelio según San Mateo 3, 16)

  • Asimismo, el que dé un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, porque es discípulo, no quedará sin recompensa: soy yo quien se lo digo.» (Evangelio según San Mateo 10, 42)

  • Pedro contestó: «Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti caminando sobre el agua.» (Evangelio según San Mateo 14, 28)

  • «Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y su estado es lastimoso. A menudo se nos cae al fuego, y otras veces al agua. (Evangelio según San Mateo 17, 15)

  • Al darse cuenta Pilato de que no conseguía nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, pidió agua y se lavó las manos delante del pueblo. Y les dijo: «Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa.» (Evangelio según San Mateo 27, 24)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina