Talált 372 Eredmények: altar

  • Entonces Elías dijo a todo el pueblo: «Acérquense a mí.» Todos se acercaron a él. Arregló el altar de Yavé, que había sido destruido, (1 Reyes 18, 30)

  • y levantó un altar a Yavé; en seguida hizo alrededor del altar una zanja que contenía como treinta litros, (1 Reyes 18, 32)

  • El agua corrió alrededor del altar y hasta la zanja se llenó de agua. (1 Reyes 18, 35)

  • Entonces Naamán le dijo: «Ya que te niegas, permite que se me den unos sacos de tierra de tu país, la cantidad que puedan cargar dos mulos. La usaré para construir un altar a Yavé, pues a ningún otro ofreceré más sacrificios. (2 Reyes 5, 17)

  • Derribaron el altar y demolieron el templo, que ha pasado a ser un terreno para tirar la basura, hasta el día de hoy. (2 Reyes 10, 27)

  • y luego la guardia se colocó desde la esquina del sur hasta la del norte, haciendo un cerco en torno al altar y a la Casa de Yavé. (2 Reyes 11, 11)

  • Todos los ciudadanos fueron al templo de Baal y lo destruyeron. Rompieron los altares y las imágenes y mataron a Matán, sacerdote de Baal, delante de su altar. (2 Reyes 11, 18)

  • Entonces el sacerdote Joyada mandó hacer una caja con un agujero en la tapa, la colocó cerca del altar, a mano derecha de los que entraban a la Casa de Yavé, y los sacerdotes que estaban de turno en las puertas echaban en ella todo el dinero que se ofrecía en la Casa. (2 Reyes 12, 10)

  • Entonces el rey Ajaz fue a Damasco para entrevistarse con Teglatfalasar, rey de Asur, y, viendo el altar que había en Damasco, envió al sacerdote Urías las medidas de este altar junto con un dibujo que lo representaba exactamente en todos sus detalles. (2 Reyes 16, 10)

  • El sacerdote Urías construyó un altar conforme al dibujo que el rey le había mandado de Damasco y lo terminó antes que éste regresara de allá. (2 Reyes 16, 11)

  • Cuando el rey regresó de Damasco, vio el altar, se acercó y subió a él. (2 Reyes 16, 12)

  • Mandó quemar sobre el altar sus holocaustos y sacrificios. Hizo su libación y derramó la sangre de sus sacrificios de comunión. (2 Reyes 16, 13)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina