Talált 23 Eredmények: ataque

  • Alcimo empezó la demolición, pero entonces tuvo un ataque y los trabajos quedaron suspendidos. Alcimo había perdido el uso de la palabra y ya no pudo decir nada, ni siquiera para dar órdenes acerca de su casa. (1 Macabeos 9, 55)

  • Demetrio se refugió en su palacio, mientras los ciudadanos ocupaban las calles de la ciudad y comenzaban el ataque. (1 Macabeos 11, 46)

  • Alentaba a los suyos a no temer el ataque de los paganos y a no olvidar las veces que Dios los había ayudado, convencido de que también ahora Dios les daría la victoria. (2 Macabeos 15, 8)

  • Todos estaban esperando el próximo desenlace en el momento en que los enemigos iniciaron el ataque; habían dispuesto su ejército, colocado los elefantes en sitio conveniente, y la caballería en las alas. (2 Macabeos 15, 20)

  • No temerás una catástrofe repentina o el ataque imprevisto de los malhechores. (Proverbios 3, 25)

  • En ese día tus ciudades fortificadas serán abandonadas como lo fueron las de los amorreos y de los jeveos ante el ataque de los hijos de Israel: quedarán despobladas.10 Porque olvidaste a Dios que te salva, y no te acordaste de la Roca que te protege. Pues bien, si plantas plantas tempraneras y cultivas patillas traídas del extranjero, (Isaías 17, 9)

  • Mil huirán ante la amenaza de uno solo, y ante el ataque de cinco todos ustedes huirán; y sólo sobrevivirá de ustedes un resto, como un poste en la cumbre de un cerro o como un palo de bandera en una colina. (Isaías 30, 17)

  • Estas fueron las palabras que Yavé dirigió al profeta Jeremías, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, emprendió el ataque a Egipto: (Jeremías 46, 13)

  • Alisten las naciones para el ataque, el rey de Media, sus gobernadores, todos sus jefes y todos los países que están bajo su imperio. (Jeremías 51, 28)

  • No han hecho frente ni han construido fortificaciones alrededor de Israel, para que resista el ataque en el día de Yavé. (Ezequiel 13, 5)

  • Efraím monta guardia ante mi Dios y el profeta trata de impedir que el enemigo llegue de sorpresa, anunciando el ataque contra el templo de sus ídolos. (Oseas 9, 8)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina