Talált 101 Eredmények: ayuda divina

  • Con la ayuda de Dios, el Macabeo y los suyos se apoderaron del Templo y de la ciudad. (2 Macabeos 10, 1)

  • Se armó una sangrienta batalla en la cual los hombres de Judas salieron vencedores con la ayuda de Dios. Los árabes vencidos pidieron la paz: se comprometían a darles ganado y ayudarlos en adelante. (2 Macabeos 12, 11)

  • Al saberlo Judas, mandó que su ejército invocara a Dios día y noche, para que, como lo había hecho en otras circunstancias, también ahora viniera en ayuda de los que temían verse privados de su Ley, de su patria y de su Templo, y no permitiera que aquel pueblo, que apenas había comenzado a respirar, (2 Macabeos 13, 10)

  • Por último, Judas ordenó que la cabeza de Nicanor fuera colgada de la ciudadela como señal manifiesta de la ayuda de Dios. (2 Macabeos 15, 35)

  • El viene en ayuda de los hombres rectos, es un escudo para los que siguen siendo honrados. (Proverbios 2, 7)

  • Un mensajero mentiroso prepara una desgracia, un mensajero fiel da la ayuda. (Proverbios 13, 17)

  • Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 11)

  • Pensé además en todos los abusos que se cometen bajo el sol. Vi las lágrimas de los oprimidos, y no hay nadie que los consuele; sufren la violencia de sus opresores, y no hay nadie que venga en su ayuda. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 1)

  • Tener miedo es simplemente renunciar a la ayuda de la razón; mientras menos se cuenta con esa ayuda interior, más aumenta la causa desconocida de sus sufrimientos. (Sabiduría 17, 11)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • Da al hombre bueno, pero no vayas en ayuda del pecador. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 7)

  • Si te azota la desgracia, lo verás ante ti: hará como que te ayuda, pero será sólo para librarse de ti. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 17)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina