Talált 120 Eredmények: batalla de Gabaón
La batalla se había extendido por todos los alrededores y perecieron más hombres en las barrancas del bosque que en el combate. (2 Samuel 18, 8)
Por ello, las tropas entraron a la ciudad silenciosamente, como entra avergonzada la gente, después de huir de la batalla. (2 Samuel 19, 4)
Pero como Absalón, a quien habíamos ungido como nuestro rey, ha muerto en la batalla, ¿por qué no hacen algo para que vuelva el rey?» (2 Samuel 19, 11)
Estaban junto a la gran piedra que hay en Gabaón cuando Amasá se presentó ante ellos. Joab vestía un traje militar y sobre él llevaba ceñida al costado una espada en su vaina; aquélla se salió y quedó colgando. (2 Samuel 20, 8)
David, pues, llamó a los de Gabaón y les dijo: «¿Qué debo hacer con ustedes? ¿Cómo podré desagraviarles para que ahora bendigan a la herencia de Yavé?» (2 Samuel 21, 3)
Entréganos a siete de sus descendientes y los ahorcaremos en Gabaón ante Yavé.» David les dijo: «Se los entregaré.» (2 Samuel 21, 6)
En Gob hubo otra batalla contra los filisteos, en la que Sibekay de Jusa mató a Saf, otro de los descendientes de Rafá. (2 Samuel 21, 18)
El rey fue a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, pues ése era entonces el más importante santuario de las lomas. (Sobre ese altar Salomón ofreció muchos sacrificios: unos mil holocaustos.) (1 Reyes 3, 4)
Y en Gabaón se le apareció Yavé en sueños durante la noche, y le dijo: «Pídeme lo que quieras.» (1 Reyes 3, 5)
se le apareció Yavé por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón. (1 Reyes 9, 2)
Pero el rey de Israel contestó:«¡Palabras! No se canta victoria antes de la batalla.» Este mensaje llegó a Ben-Hadad cuando estaba bebiendo con los príncipes en su tienda de campaña. (1 Reyes 20, 11)
Cuando pasaba el rey, exclamó: «Oh rey, yo, tu siervo, había llegado al centro de la batalla cuando uno abandonó las filas, me trajo un hombre y me dijo: Custodia a este hombre; si se te escapa, responderás con tu vida, o pagarás un talento de plata. (1 Reyes 20, 39)