Talált 30 Eredmények: cántaro

  • Porque así dice Yavé, Dios de Israel: No se terminará la harina de la tinaja ni se agotará el aceite del cántaro hasta el día en que Yavé mande la lluvia a la tierra.» (1 Reyes 17, 14)

  • La harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro, según lo que había prometido Yavé por medio de Elías. (1 Reyes 17, 16)

  • Llenó una bolsa con harina de cebada, tortas de higos y panes puros, lo envolvió todo y se lo entregó a su sierva, junto con un cuero lleno de vino y un cántaro de aceite. (Judit 10, 5)

  • Las regirás con un cetro de hierro y quebrarás como cántaro de arcilla." (Salmos 2, 9)

  • El hilo de plata no llegará más lejos: dejaron de hilarlo;la lámpara de oro se rompió,se quebró el cántaro en la fuente,y cedió la polea del pozo. (Eclesiastés (Qohelet) 12, 6)

  • Tu ombligo es un cántaro donde no falta el vino con especias. Tu vientre es como una pila de trigo, (Cantar 7, 3)

  • Veamos ahora a un alfarero: moldea concienzudamente la blanda arcilla, modela para nuestra utilidad toda clase de objetos. De la misma masa saca utensilios destinados a usos nobles y otros, a usos ordinarios. ¿Para qué servirá tal o cual cántaro? Eso lo decide el alfarero. (Sabiduría 15, 7)

  • No cargues con un fardo muy pesado; no te hagas amigo de uno más fuerte y más rico que tú. Juntarías un cántaro de arcilla y una olla de fierro. Una golpearía al otro y se quebraría. (Sirácides (Eclesiástico) 13, 2)

  • La mente del tonto es como un cántaro trizado que no retiene nada de lo que aprende. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 14)

  • Instruir a un tonto es como pegar de nuevo un cántaro roto o despertar a un hombre muerto de sueño. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 9)

  • ¡Qué maldad la de ustedes! ¿Es acaso la greda igual que el alfarero? ¿Podrá decir al que la hizo: «Yo no soy tu obra»; o dirá un cántaro al alfarero: «No sabes nada»? (Isaías 29, 16)

  • Se ha quebrado como un cántaro de greda, roto sin contemplación, y no queda, siquiera, un solo pedazo bueno para tomar las brasas del fuego o para sacar agua de una charca. Así habla el Señor Yavé, el Santo de Israel: (Isaías 30, 14)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina