Talált 30 Eredmények: cabrío

  • En cuanto al novillo del sacrificio por el pecado y el macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fue introducida en el Santuario para hacer la expiación, serán sacados fuera del campamento y quemarán con fuego sus pieles, su carne y sus excrementos. (Levítico 16, 27)

  • Sacrificarán también un macho cabrío en sacrificio por el pecado y dos corderos de un año en sacrificio de comunión. (Levítico 23, 19)

  • Ofrecerás también a Yavé, como sacrificio por el pecado, un macho cabrío con su libación, además del holocausto perpetuo. (Números 28, 15)

  • Ofrecerán además un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para expiar por ustedes. (Números 28, 22)

  • Ofrecerán además un macho cabrío para expiar por ustedes. (Números 28, 30)

  • Ustedes ofrecerán un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para hacer la expiación por ustedes. (Números 29, 5)

  • Ofrecerán también un macho cabrío como sacrificio por el pecado; todo esto además del sacrificio de la fiesta de la expiación y del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones. (Números 29, 11)

  • Ofrecerán también un macho cabrío como sacrificio por el pecado; todo esto además del holocausto perpetuo, de su oblación y libación. (Números 29, 16)

  • Ofrecerán un macho cabrío como sacrificio por el pecado; todo esto además del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones. (Números 29, 19)

  • Ofrecerán un macho cabrío como sacrificio por el pecado; todo esto además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 22)

  • Ofrecerán un macho cabrío como sacrificio por el pecado; todo esto además del holocausto perpetuo, con su oblación y su libación. (Números 29, 25)

  • Ofrecerán un macho cabrío como sacrificio por el pecado; todo esto además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 28)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina