Talált 1001 Eredmények: ciudad de Hebrón

  • Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.» (Hecho de los Apóstoles 9, 6)

  • pero Saulo llegó a conocer su plan. Día y noche eran vigiladas las puertas de la ciudad para poder matarlo. (Hecho de los Apóstoles 9, 24)

  • Vivía en la ciudad de Cesarea un hombre llamado Cornelio, que era un capitán del batallón Itálico. (Hecho de los Apóstoles 10, 1)

  • Al día siguiente, mientras iban de camino, ya cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar. Era el mediodía. (Hecho de los Apóstoles 10, 9)

  • «Estaba yo haciendo oración en la ciudad de Jope cuando en un éxtasis tuve una visión. Algo bajaba del cielo, algo que se parecía a una gran tienda de campaña, y llegaba hasta mí, posándose en el suelo sobre sus cuatro puntas. (Hecho de los Apóstoles 11, 5)

  • Pasaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió sola. Salieron y se metieron por un callejón, y de repente lo dejó el ángel. (Hecho de los Apóstoles 12, 10)

  • El sábado siguiente casi toda la ciudad acudió para escuchar a Pablo, que les habló largamente del Señor. (Hecho de los Apóstoles 13, 44)

  • Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas de entre las que temían a Dios y también a los hombres importantes de la ciudad y promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta que los echaron de su territorio. (Hecho de los Apóstoles 13, 50)

  • Así que los apóstoles se fueron a la ciudad de Iconio, pero al salir sacudieron el polvo de sus pies en protesta contra ellos. (Hecho de los Apóstoles 13, 51)

  • La población de la ciudad se dividió, unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles. (Hecho de los Apóstoles 14, 4)

  • Incluso el sacerdote del templo de Zeus que estaba fuera de la ciudad trajo hasta las puertas de la misma toros y guirnaldas y, de acuerdo con la gente, quiso ofrecerles un sacrificio. (Hecho de los Apóstoles 14, 13)

  • Se quedaron allí algún tiempo enseñando. Luego llegaron unos judíos de Antioquía e Iconio y hablaron con mucha seguridad, afirmando que no había nada de verdadero en aquella predicación, sino que todo era una mentira. Persuadieron a la gente a que les dieran la espalda y al final apedrearon a Pablo. Después lo arrastraron fuera de la ciudad, convencidos de que ya estaba muerto. (Hecho de los Apóstoles 14, 19)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina