Talált 58 Eredmények: cuarto

  • Mismaná, cuarto; Jeremías, el quinto; (1 Crónicas 12, 11)

  • Hijos de Hebrón: Yeria, el primero; Amarías, el segundo; Yajaziel, el tercero y Yecamam el cuarto. (1 Crónicas 23, 19)

  • Hijos de Hebrón: Jerías el primero; Amarías, el segundo; Yajaziel, el tercero; Yecaman, el cuarto. (1 Crónicas 24, 23)

  • Meselemías tuvo hijos: el primogénito, Zacarías; el segundo, Jedaiel; el tercero, Zebadías; el cuarto, Yataniel; (1 Crónicas 26, 2)

  • Hijos de Obededom: Semaías, el primogénito; Jehozabad, el segundo; Yoaj, el tercero; Sacar, el cuarto; Natanael, el quinto; (1 Crónicas 26, 4)

  • Jilquías, el segundo; Tebalías, el tercero; Zacarías, el cuarto. El total de los hijos y hermanos de Josá fue de trece. (1 Crónicas 26, 11)

  • El cuarto jefe para el cuarto mes era Azael, hermano de Joab, y después de él Zabadías, su hijo. Su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 7)

  • Dio comienzo a las obras el día dos del segundo mes del año cuarto de su reinado. (2 Crónicas 3, 2)

  • Al cuarto día se reunieron en el valle de Beraká. Por eso se llama aquel lugar valle de Beraká, que significa bendición, hasta el día de hoy, pues allí los bendijo Yavé. (2 Crónicas 20, 26)

  • al cuarto, pesamos en la Casa de nuestro Dios la plata, el oro y los vasos, entregándolo todo a Merinot, hijo de Urías, sacerdote, y a Eleazar, hijo de Finjas, junto con Josabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Binuí, levitas. (Esdras 8, 33)

  • Al cuarto día, Holofernes dio un banquete al que invitó solamente a sus oficiales, excluyendo a los que estaban de servicio. (Judit 12, 10)

  • Por eso, los días catorce y quince del mes de Adar serán, en adelante, días de reunión, de alegría y de fiesta delante de Dios para su pueblo Israel, desde ahora y para siempre.» El año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que se decía sacerdote y levita, junto con su hijo Tolomeo, trajeron la presente carta sobre los Purim, diciendo que era auténtica y que había sido traducida por Lisímaco, hijo de Tolomeo, que vivía en Jerusalén. (Ester 10, 13)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina