Talált 50 Eredmények: dejes

  • aleja la maldad que hay en tus manos y no dejes que la injusticia habite en tus tiendas, (Job 11, 14)

  • No te dejes, pues, llevar por la ira ni te dejes comprar por los regalos. (Job 36, 18)

  • Señor, que perezcan por tu mano, acaba con ellos, no los dejes vivir. Llénales el vientre de lo que les reservas, que sus hijos también queden saciados y que dejen las sobras a sus nietos. (Salmos 17, 14)

  • Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara. Con enojo a tu siervo no rechaces; eres tú mi defensa, ¡no me abandones, no me dejes solo, mi Dios y Salvador! (Salmos 27, 9)

  • Defiende la causa de tu servidor, no dejes que me opriman los soberbios. (Salmos 119, 122)

  • Afirma con tu palabra mis pasos, no dejes que me domine algún mal. (Salmos 119, 133)

  • No consientas, Señor, los deseos del malvado, no dejes que su plan se realice. (Salmos 140, 9)

  • Mi corazón no inclines a obras malas, que en negocios oscuros no me meta con los que hacen el mal. ¡No me dejes probar sus golosinas! (Salmos 141, 4)

  • Y tú, el más criminal e impío de los hombres, no te pongas orgulloso, ni te dejes arrastrar por tus vanas esperanzas. No levantes tu mano contra los hijos del Cielo, (2 Macabeos 7, 34)

  • Conserva mi disciplina, no la dejes: guárdala y vivirás. (Proverbios 4, 13)

  • No sueñes con su belleza, ni te dejes conquistar por sus miradas. (Proverbios 6, 25)

  • No te dejes seducir por una de esas mujeres, ni te dejes engañar por sus maniobras. (Proverbios 7, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina