Talált 13 Eredmények: deshonra

  • ¿A dónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías un infame en Israel. Habla ahora mismo con el rey, que seguramente no se negará a darme a ti en matrimonio.» (2 Samuel 13, 13)

  • El castigo nos alcanzará en medio de las naciones en que estemos como esclavos, y seremos maltratados por nuestros patrones. No habrá esperanza de que nuestra esclavitud se cambie en una suerte más feliz, sino que el Señor, nuestro Dios, la convertirá en deshonra. (Judit 8, 23)

  • «Señor, Dios de mi padre Simeón, a él le diste una espada para castigar a aquellos extranjeros que violaron a una virgen ultrajándola, que desnudaron su cuerpo para su propia vergüenza y que profanaron su seno para su propia deshonra. Ellos hicieron eso, aunque tú dijiste: (Judit 9, 2)

  • Tengo siempre delante mi deshonra y enrojece mi rostro la vergüenza (Salmos 44, 16)

  • Cosechará golpes y deshonra, dejará en ello su reputación. (Proverbios 6, 33)

  • Ni el más mínimo recato en sus vidas o en su matrimonio: uno suprime al otro a traición o lo deshonra por medio del adulterio. (Sabiduría 14, 24)

  • No cantes tus propias alabanzas; podrías caer y atraerte la deshonra. Si no tienes el temor del Señor y vives en la mentira, él revelará tus secretos y te echará por tierra en público. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 30)

  • No te alegres de la deshonra de tu padre: su vergüenza nunca será motivo de gloria para ti. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 10)

  • Israel en cambio será salvado para siempre, y sus hijos no sufrirán más vergüenza ni deshonra, nunca jamás. (Isaías 45, 17)

  • Su conducta descarada ha sido una deshonra para todo el país, pues ella también pecó con dioses de piedra y de madera. (Jeremías 3, 9)

  • Pero, ¿es a mí, acaso, a quien rebajan con eso, dice Yavé? ¿No es más bien a ellos mismos, para su propia deshonra? (Jeremías 7, 19)

  • He visto una cosa horrible en Betel; pues allá Efraím se prostituye, Israel se deshonra. (Oseas 6, 10)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina