Talált 372 Eredmények: ejército

  • Judas envió a reconocer el campamento y le trajeron el siguiente informe: «Todos los paganos de esta región se han unido a Timoteo, formando un ejército poderoso. (1 Macabeos 5, 38)

  • Al ver que Judas se aproximaba al torrente con su ejército, Timoteo dijo a los capitanes de sus tropas: «Si él pasa primero y viene hacia nosotros, nos atacará con tanto empuje que no podremos resistirle; (1 Macabeos 5, 40)

  • Entonces Judas dio órdenes a su ejército para que cada uno tomara posición en el puesto que le correspondía. (1 Macabeos 5, 49)

  • José, hijo de Zacarías, y Azarías, quedaron al frente del ejército. Al conocer las hazañas que aquéllos habían realizado, (1 Macabeos 5, 56)

  • Dieron, pues, órdenes a su ejército de marchar sobre Jamnia. (1 Macabeos 5, 58)

  • que Lisias, aunque había ido con un ejército poderoso, tuvo que huir ante los judíos, los cuales se habían fortalecido con las armas y el abundante botín tomado a los ejércitos vecinos. (1 Macabeos 6, 6)

  • El rey se enojó al oír estas noticias y reunió a todos sus Amigos, a los generales de su ejército y a los jefes de la caballería. (1 Macabeos 6, 28)

  • Este se levantó de madrugada e hizo avanzar su ejército muy envalentonado por el camino de Bet Zacarías. Las tropas se dispusieron para entrar en batalla y se tocaron las trompetas. (1 Macabeos 6, 33)

  • El resto de la caballería iba ordenada a derecha e izquierda en las dos alas del ejército, para hostigar al enemigo y proteger los batallones. (1 Macabeos 6, 38)

  • Una parte del ejército del rey se desplegó por los cerros y otra en el llano. Todos iban con paso seguro y en buen orden. (1 Macabeos 6, 40)

  • Los judíos temblaban al oír el estruendo de tal muchedumbre, el marchar de aquella masa y el chocar de sus armas. Era en verdad un ejército extremadamente grande y poderoso. (1 Macabeos 6, 41)

  • Judas se acercó con los suyos, para entablar el combate y cayeron unos seiscientos hombres del ejército del rey. (1 Macabeos 6, 42)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina