Talált 372 Eredmények: ejército

  • David pasó revista a su ejército y puso a la cabeza jefes de mil y de cien. Luego lo dividió en tres cuerpos. (2 Samuel 18, 1)

  • Un tercio a las órdenes de Joab; otro, a las órdenes de Abisaí, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y el otro tercio, a las órdenes de Itaí de Gat. Después David dijo al ejército: «Yo también iré con ustedes.» (2 Samuel 18, 2)

  • El rey les dijo: «Haré lo que ustedes digan»; y se quedó junto a la puerta, mientras el ejército salía por grupos de cien y de mil. (2 Samuel 18, 4)

  • El rey ordenó a Joab, a Abisaí y a Itaí lo siguiente: «Por el amor que me tienen, traten bien a Absalón.» Y todo el ejército supo que el rey había dado esta orden a los jefes. (2 Samuel 18, 5)

  • El ejército de David salió al campo contra la gente de Israel y pelearon en los bosques de Efraím. (2 Samuel 18, 6)

  • Después de esto, Joab hizo tocar las trompetas para que el ejército dejara de perseguir a Israel. (2 Samuel 18, 16)

  • Y aquel día, la victoria se cambió en luto para todo el ejército, pues todos supieron que el rey lloraba la muerte de su hijo. (2 Samuel 19, 3)

  • Entonces el rey se levantó y se sentó junto a la puerta. Cuando se supo que el rey estaba sentado a la puerta, vino todo el ejército a presentarse delante de él.Los de Israel habían huido cada uno a su hogar. (2 Samuel 19, 9)

  • Digan también a Amasá: ¿No eres tú de mis huesos y de mi carne? Que Dios me castigue si no te hago para siempre jefe de mi ejército, en lugar de Joab.» (2 Samuel 19, 14)

  • El rey se dirigió a Guilgal, acompañado de Kimham, de todo el ejército de Judá y de la mitad del ejército de Israel. (2 Samuel 19, 41)

  • Llegaron y sitiaron Abel-Bet-Maaká, donde estaba Sebá. Levantaron un terraplén frente a la muralla de la ciudad y todo el ejército que seguía a Joab cavaba debajo de la muralla para hacerla caer. (2 Samuel 20, 15)

  • Joab era jefe de todo el ejército de Israel; Banaías, hijo de Yoyadá, era jefe de los quereteos y peleteos; (2 Samuel 20, 23)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina