Talált 709 Eredmények: elección de la mejor parte

  • Una vez fuera, le dijeron: «Ponte a salvo. Por tu vida, no mires hacia atrás ni te detengas en parte alguna de esta llanura, sino que huye a la montaña para que no perezcas.» (Génesis 19, 17)

  • «Escúchanos, señor: entre nosotros tú eres un príncipe de Dios. Sepulta a tu difunta en la mejor de nuestras sepulturas, pues ninguno de nosotros te negará una tumba para tu difunta.» (Génesis 23, 6)

  • Luego el servidor escogió diez camellos entre los de su patrón y se puso en marcha, llevando todo lo mejor que poseía Abrahán. Y caminó hasta que alcanzara la ciudad de Najor, en el país de Aram. (Génesis 24, 10)

  • Se fue de allí a otra parte y mandó cavar otro pozo, y como esta vez nadie se peleó por él, le puso el nombre de Rejobot, pues dijo: «Por fin Yavé nos pone a nuestras anchas. Ahora sí que podremos prosperar en esta tierra.» (Génesis 26, 22)

  • Con las pieles de los cabritos le cubrió las manos y la parte lampiña del cuello, (Génesis 27, 16)

  • Esta piedra que he puesto de pie como un pilar será Casa de Dios y, de todo lo que me des, yo te devolveré la décima parte.» (Génesis 28, 22)

  • Labán dijo: «Mejor te la doy a ti y no a cualquier otro hombre. Quédate, pues, conmigo.» (Génesis 29, 19)

  • Comprobarás mi honradez el día de mañana cuando quieras verificar personalmente lo que me llevo. Todo lo que no sea manchado o rayado entre las cabras, ni negro entre los corderos, será considerado como un robo de mi parte.» (Génesis 30, 33)

  • Jacob, por su parte, siguió su camino y le salieron al encuentro Angeles de Dios. (Génesis 32, 2)

  • los mensajeros recibieron las instrucciones siguientes: «Digan a mi señor, a Esaú, de parte de su servidor Jacob: He vivido con Labán y con él he permanecido hasta hoy. (Génesis 32, 5)

  • Y agregó: «Yo soy el Dios de las Alturas; sé fecundo y multiplícate. Una nación, o mejor, un grupo de naciones nacerán de ti, y reyes saldrán de tu linaje. (Génesis 35, 11)

  • Jacob, por su parte, se estableció en Canaán, país donde había vivido su padre. (Génesis 37, 1)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina