Talált 11 Eredmények: enseñanzas

  • Abre tus oídos, escucha mis palabras, pon atención a mis enseñanzas. (Proverbios 22, 17)

  • Comunicará las enseñanzas de su doctrina y se sentirá orgulloso de la Ley y de la Alianza del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 8)

  • Hijos míos, guarden mis enseñanzas y háganlas prosperar: si la sabiduría permanece escondida y el tesoro enterrado, ¿para qué sirven? (Sirácides (Eclesiástico) 41, 14)

  • El Señor ha dicho: «Este pueblo me ofrece tan sólo palabras, y me honra con los labios, pero su corazón sigue lejos de mí. Su religión no vale, pues no son más que enseñanzas y obligaciones humanas. (Isaías 29, 13)

  • Entonces entendieron a lo que Jesús se refería: que debían tener los ojos abiertos, no para cosas de levadura, sino para las enseñanzas de los fariseos y saduceos. (Evangelio según San Mateo 16, 12)

  • Era mucha la gente que escuchaba a Jesús, y estaba asombrada de sus enseñanzas. (Evangelio según San Mateo 22, 33)

  • De este modo podrás verificar la solidez de las enseñanzas que has recibido. (Evangelio según San Lucas 1, 4)

  • Supongan, hermanos, que yo vaya donde ustedes hablando en lenguas, ¿de qué les serviría si no les llevase alguna revelación, con palabras de conocimiento, profecías o enseñanzas? (1º Carta a los Corintios 14, 6)

  • Si explicas estas cosas a los hermanos, serás un buen servidor de Cristo Jesús, alimentado con las enseñanzas de la fe y de la sana doctrina que has seguido. (1º Carta a Timoteo 4, 6)

  • Ustedes deberían ser maestros después de tanto tiempo, y en cambio, necesitan que se les vuelvan a enseñar los primeros elementos de las enseñanzas de Dios. Necesitan leche y no alimento sólido. (Carta a los Hebreos 5, 12)

  • También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías. (Apocalipsis 20, 4)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina