Talált 15 Eredmények: gentes

  • y sabrán todas estas gentes que Yavé no necesita espada o lanza para dar la victoria, porque la suerte de la batalla está en sus manos.» (1 Samuel 17, 47)

  • ¡Felices tus gentes! ¡Felices tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tus sabias palabras! (1 Reyes 10, 8)

  • Incluso hubo hombres afeminados en aquel país que renovaron todas las abominaciones de las gentes que Yavé había expulsado ante los hijos de Israel. (1 Reyes 14, 24)

  • No existen esos dioses de las gentes: no son más que ídolos. Fue el Señor quien hizo los cielos. (1 Crónicas 16, 26)

  • En todo lugar donde vivan restos del pueblo de Yavé, que las gentes del lugar los ayuden para su viaje con plata, oro y toda clase de cosas y ganados. Que les entreguen, además, ofrendas voluntarias para la Casa de Yavé, que está en Jerusalén.» (Esdras 1, 4)

  • «Rejum, gobernador, y Simsay, secretario, y demás colegas, los jueces y legados, funcionarios persas; las gentes de Erec, de Babilonia y de Susa, es decir, los elamitas (Esdras 4, 9)

  • Esta es la copia de la carta que enviaron al rey Artajerjes: «Tus siervos, las gentes del lado de acá del río, etc. (Esdras 4, 11)

  • Me hubiera dado vergüenza pedir al rey tropas y gentes de a caballo para protegernos del enemigo en el camino; por el contrario, habíamos dicho al rey: «La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan; y su poder y su enojo sobre todos los que lo abandonan.» (Esdras 8, 22)

  • Después de terminar todo esto, se me acercaron los jefes diciendo: «El pueblo de Israel, los sacerdotes y levitas no se han separado de las gentes de este país que sirven a los ídolos: los cananeos, heteos, fereceos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos. (Esdras 9, 1)

  • Las gentes de todas las naciones se convertirán y conocerán al Dios verdadero, dejarán los ídolos que los lTobaron a sus errores y alabarán al Dios de la justicia. (Tobías 14, 6)

  • Decían las gentes de mi casa: ¿Hay alguien que no se haya saciado en su mesa? (Job 31, 31)

  • Judas atacó una ciudad fortificada con fosos y murallas llamada Caspin. Vivían en ella gentes de todas las razas. (2 Macabeos 12, 13)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina