Talált 15 Eredmények: halla

  • Esta es la ley para la mancha de lepra que se halla en los vestidos de lana o de lino, en la urdimbre o en la trama o en cualquier objeto hecho de cuero, para declararlos puros e impuros.» (Levítico 13, 59)

  • Si no halla lo suficiente para recuperarla, lo vendido quedará en poder del comprador hasta el año del jubileo; entonces la tierra quedará libre y volverá al que la vendió. (Levítico 25, 28)

  • Dijo para Gad: ¡Bendito el que ensanche a Gad. Como leona se halla tumbado y desgarra el brazo y la cabeza! (Deuteronomio 33, 20)

  • Lo demás referente a Josafat, del comienzo al fin, está escrito en la historia de Jehú, hijo de Jananí, que se halla insertada en el libro de los Reyes de Israel. (2 Crónicas 20, 34)

  • Lo tocante a sus hijos, la gran cantidad de impuestos que percibió y la restauración de la Casa de Dios, se halla escrito en el comentario del libro de los Reyes. En su lugar reinó su hijo Amasías. (2 Crónicas 24, 27)

  • Según él, mezclado con las diversas tribus de la tierra, se halla un pueblo que es enemigo de todos, cuyas leyes son contrarias a las de las otras naciones y que constantemente está desobedeciendo nuestras disposiciones, de tal manera que impide que podamos gobernar como conviene para el bien de todos. (Ester 13, 4)

  • ¿No se halla entre ancianos la sabiduría y la inteligencia donde hay muchos años? (Job 12, 12)

  • Dichoso el hombre aquel a quien Dios no le nota culpa alguna y en cuyo espíritu no se halla engaño. (Salmos 32, 2)

  • En ti se halla la fuente de la vida, y es por tu luz que vemos la luz. (Salmos 36, 10)

  • La vida se halla en el camino recto, el camino tortuoso conduce a la muerte. (Proverbios 12, 28)

  • Tu cabeza se yergue: es el Carmelo, tu cabellera tiene reflejos de púrpura; un rey se halla preso en sus trenzas. (Cantar 7, 6)

  • Un amigo fiel es un refugio seguro; el que lo halla ha encontrado un tesoro. ¿Qué no daría uno por un amigo fiel? ¡No tiene precio! (Sirácides (Eclesiástico) 6, 14)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina