Talált 54 Eredmények: juventud

  • Mas aún me llamabas: «Padre mío, tú, el amigo de mi juventud, ¿tendrás rencor para siempre? ¿Durará eternamente tu cólera?» (Jeremías 3, 4)

  • El dios infame se comió el fruto del trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud, sus ovejas y sus vacas, sus hijos e hijas. (Jeremías 3, 24)

  • ¡Acostémonos en nuestra vergüenza y que nos cubra nuestra propia confusión! Porque nuestros padres, y nosotros desde nuestra juventud, hemos pecado contra Yavé, nuestro Dios, y no hemos escuchado su voz.» (Jeremías 3, 25)

  • Te hablé cuando te sonreía la fortuna y dijiste: «No tengo ganas de oír.» Te has acostumbrado desde tu juventud a no escuchar mi voz. (Jeremías 22, 21)

  • Si bien me he descarriado, ahora me arrepiento, me doy cuenta y me golpeo el pecho. Estoy avergonzado y confundido, pues pesa sobre mí mi infame juventud.» (Jeremías 31, 19)

  • Pues los hijos de Israel y los de Judá no han hecho otra cosa, desde su juventud, más que disgustarme; sí, los hijos de Israel no han hecho más que molestarme con las obras de sus manos, dice Yavé. (Jeremías 32, 30)

  • Tranquilo ha vivido Moab desde su juventud, reposaba como un vino que nunca ha sido cambiado de tonel. Nunca había marchado al exilio, por eso había conservado su gusto y su sabor no se había picado. (Jeremías 48, 11)

  • El destructor de Moab se ha lanzado contra él, lo mejor de su juventud va a parar al matadero. (Jeremías 48, 15)

  • Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. (Lamentaciones 3, 27)

  • Entonces dije: "¡Ay, Señor Yavé, mira, nunca me he manchado. Jamás he comido animales muertos o desgarrados desde mi juventud hasta el presente, ninguna carne impura ha entrado en mi boca". (Ezequiel 4, 14)

  • No, pues degollaste a mis hijos y los entregaste para el sacrificio, para que esto fuera mejor que prostituirte, y te olvidaste de los días de tu juventud, cuando andabas desnuda y sin ropa y te debatías en tu propia sangre. (Ezequiel 16, 21)

  • Pero ya que no te acordaste de los días de tu juventud, sino que me provocaste de mil maneras, yo haré que recaiga sobre tu cabeza tu conducta, palabra de Yavé. ¿No siguieron a tus acciones vergonzosas los crímenes? (Ezequiel 16, 43)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina