Talált 488 Eredmények: lista de animales destinados al sacrificio
En mi santuario serán los encargados de la vigilancia de las puertas del Templo y mantendrán el servicio de la Casa. Degollarán los animales para el holocausto y el sacrificio por el pueblo, estarán a disposición del pueblo para el culto. (Ezequiel 44, 11)
y el día en que entre nuevamente en el patio interior para su servicio en el lugar santo, presentará su sacrificio por el pecado -palabra de Yavé. (Ezequiel 44, 27)
De un rebaño de doscientas cabezas que se halle en los pastizales de Israel, sacarán una oveja para la ofrenda, el holocausto y el sacrificio de comunión: eso será para hacer la expiación por ustedes -palabra de Yavé. (Ezequiel 45, 15)
El príncipe se encargará de los holocaustos, de las ofrendas y de la libación con ocasión de las fiestas, de las lunas nuevas, de los sábados y de todas las asambleas del pueblo de Israel; él se preocupará del sacrificio por el pecado, de la ofrenda, el holocausto y los sacrificios de comunión por el pueblo de Israel. (Ezequiel 45, 17)
Ese día el príncipe ofrecerá un toro como sacrificio por el pecado, por él y por todo el pueblo. (Ezequiel 45, 22)
Durante los siete días de la fiesta se ofrecerán cada día a Yavé siete toros y siete carneros en holocausto, y cada día un chivo como sacrificio por el pecado. (Ezequiel 45, 23)
El príncipe llegará hasta allí desde el exterior por el vestíbulo de la puerta y se quedará cerca del montante de la puerta; los sacerdotes ofrecerán entonces su holocausto y su sacrificio pacífico. Luego se postrará en el dintel de la puerta y se retirará; la puerta no se volverá a cerrar hasta la tarde. (Ezequiel 46, 2)
Cuando el príncipe presente a Yavé su ofrenda voluntaria, el holocausto o el sacrificio pacífico, se le abrirá la puerta del este. Presentará su holocausto y su sacrificio pacífico como lo hace el día sábado, luego se retirará y se cerrará la puerta apenas salga. (Ezequiel 46, 12)
La superficie que resta, de cinco mil codos de ancho por veinticinco mil de largo, será un territorio profano para la ciudad, para viviendas y para que pasten los animales; la ciudad quedará en el medio. (Ezequiel 48, 15)
A ti, ¡oh, rey!, el más poderoso entre todos los reyes, Dios te ha dado el reino, el imperio, el poder y la gloria. Los hombres, los animales y los pájaros, dondequiera que habiten, los ha puesto Dios bajo tu mano. Dios te ha hecho su soberano y, por eso, la cabeza de oro eres tú. (Daniel 2, 38)
Que hoy este sacrificio nuestro nos consiga tu favor, pues sabemos que los que confían en ti jamás serán defraudados (Daniel 3, 40)
Fieras y animales aalábenlo y ensálcenlo eternamente (Daniel 3, 81)