Talált 488 Eredmények: lista de animales destinados al sacrificio

  • El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como sacrificio para Yavé. (Levítico 3, 11)

  • Presentará parte de ella como sacrificio por el fuego para Yavé: (Levítico 3, 14)

  • en cuanto la comunidad se dé cuenta del pecado, ofrecerá un novillo como sacrificio por el pecado. Lo llevarán a la entrada de la Tienda de las Citas, (Levítico 4, 14)

  • haciendo en todo con este novillo lo mismo que se hace al ofrecer el sacrificio por el pecado del sacerdote. Así hará la expiación por ellos y serán perdonados. (Levítico 4, 20)

  • Sacarán el ternero fuera del campamento y lo quemarán también como el primero, por ser sacrificio por el pecado de toda la asamblea. (Levítico 4, 21)

  • Es un sacrificio por el pecado. El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima y derramará la sangre al pie de este altar. (Levítico 4, 25)

  • También quitará toda la grasa, así como se quita del ternero sacrificado en sacrificio de comunión, la quemará sobre el altar encima de los sacrificios haciendo la expiación por el que ofrece y por su pecado, y le será perdonado. (Levítico 4, 35)

  • Luego, como sacrificio de reparación por el pecado cometido, llevará a Yavé una hembra, oveja o cabra, y el sacerdote hará la expiación por dicho pecado y persona. (Levítico 5, 6)

  • Rociará con su sangre la pared del altar y derramará el resto de la sangre al pie del altar: es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 9)

  • El otro pájaro lo quemará en sacrificio de holocausto, como se acostumbra hacer. Así es como el sacerdote hará la expiación por esta persona, por su pecado, y será perdonada. (Levítico 5, 10)

  • Si lo juzgas conveniente, traerá a Yavé su sacrificio por el pecado: un carnero sin defecto, una res de ganado menor, y lo dará al sacerdote. (Levítico 5, 25)

  • El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como sacrificio por el fuego para Yavé. Este es el sacrificio por el delito. (Levítico 7, 5)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina