Talált 462 Eredmények: lista de sacerdotes
También llamó David a los sacerdotes Sadoq y Abiatar y a los levitas Uriel, Asaías, Semanias, Eliel y Aminadab (1 Crónicas 15, 11)
Se santificaron, pues, los sacerdotes y levitas, para subir el Arca de Yavé, Dios de Israel. (1 Crónicas 15, 14)
Sebanías, Josafat, Nataniel, Amasay, Zacarías, Benaías y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del Arca de Dios. Obededom y Jejías eran porteros del arca. (1 Crónicas 15, 24)
Los sacerdotes Benaías y Yajaziel tocaban sin interrupción las trompetas delante del Arca de la Alianza de Dios. (1 Crónicas 16, 6)
David dejó al sacerdote Sadoq y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la Morada de Yavé en el alto de Gabaón, (1 Crónicas 16, 39)
Sadoq, hijo de Ajitub, y Abimelec, hijo de Abiatar eran sacerdotes; (1 Crónicas 18, 16)
Reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a los levitas (1 Crónicas 23, 2)
También éstos entraron en suerte de la misma manera que sus hermanos, los hijos de Aarón, en presencia del rey David, en presencia de Sadoq, Ajimelec y los cabezas de familias de sacerdotes y de levitas, siendo tratadas las primeras familias igual que las últimas. (1 Crónicas 24, 31)
Asimismo respecto a las clases de los sacerdotes y de los levitas y del ejercicio del servicio de la Casa de Yavé, como también de todos los utensilios del servicio de la Casa de Yavé. (1 Crónicas 28, 13)
Ahí tienes las clases de los sacerdotes y de los levitas para todo el servicio de la Casa de Yavé; estarán a tu lado, para cada tipo de obra, todos los hombres de buena voluntad y hábiles para cualquier clase de servicio; también los jefes y el pueblo entero están a tus órdenes.» (1 Crónicas 28, 21)
Hizo diez pilas, que dispuso cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para hacer en ellas las purificaciones. En ellas se lavaban las víctimas del holocausto mientras el mar servía para las purificaciones de los sacerdotes. (2 Crónicas 4, 6)
Construyó también el patio de los sacerdotes y el patio grande con sus puertas, revistiendo las puertas de bronce. (2 Crónicas 4, 9)