Talált 73 Eredmények: murallas

  • El rey Ezequías fortificó la ciudad y llevó el agua hasta dentro de sus murallas; cavó un túnel en la roca y construyó estanques para el agua. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 17)

  • También Nehemías dejó un gran recuerdo: volvió a levantar nuestras murallas en ruinas, restauró nuestras puertas y sus cerrojos, reconstruyó nuestras casas. (Sirácides (Eclesiástico) 49, 13)

  • a las torres altas y las murallas fortificadas, (Isaías 2, 15)

  • Pues es un día de derrota, aplastante y desastrosa, que envía el Señor Yavé de los Ejércitos. En el valle de la Visión se echan abajo las murallas, y los gritos de socorro llegan hasta las montañas. (Isaías 22, 5)

  • Ustedes se fijaron en que las murallas de la ciudad de David estaban mal, muy mal, (Isaías 22, 9)

  • En ese día cantarán de esta manera en el país de Judá: Tenemos ahora una ciudad amurallada; él ha construido para defendernos no una, sino dos murallas. (Isaías 26, 1)

  • Eliaquim, Sobná y Joás respondieron al general: «Por favor, habla a tus servidores en arameo, porque nosotros lo entendemos, pero no nos hables en judío frente a esta gente que está encima de las murallas.» (Isaías 36, 11)

  • Pero el general les contestó: «¿Ustedes se figuran que mi patrón me mandó a decirles estas cosas nada más que a su patrón y a ustedes y no a la gente que está sentada encima de las murallas y que junto con ustedes está condenada a comer sus excrementos y a tomar su orina?» (Isaías 36, 12)

  • Mira cómo te tengo grabada en la palma de mis manos. y nunca dejé de pensar en tus murallas: (Isaías 49, 16)

  • Haré tus murallas de rubíes, tus puertas de cristal, y todo tu contorno de piedras preciosas. (Isaías 54, 12)

  • Ya no se hablará de violencia en tu país ni de saqueo o calamidades dentro de tus fronteras. A tus murallas les pondrás por nombre «Salvación», y a tus puertas, «Alabanza». (Isaías 60, 18)

  • Sobre tus murallas, Jerusalén, he puesto centinelas para que estén alerta día y noche. Ustedes, que deben recordárselo a Yavé, no se queden allí parados, (Isaías 62, 6)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina