Talált 1633 Eredmények: nuevo hombre

  • Mientras éste vivía, cometía un adulterio entregándose a otro; pero muerto el esposo, queda libre de sus deberes, y si se entrega a otro hombre, no será un adulterio. (Carta a los Romanos 7, 3)

  • Pero ahora hemos muerto a lo que nos tenía aprisionados, y la Ley ya no vale para nosotros. Ya no estamos sirviendo a una ley escrita, cosa propia del pasado, sino al Espíritu: esto es lo nuevo. (Carta a los Romanos 7, 6)

  • Sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy hombre de carne y vendido al pecado. (Carta a los Romanos 7, 14)

  • En mí el hombre interior se siente muy de acuerdo con la Ley de Dios, (Carta a los Romanos 7, 22)

  • De nuevo pregunto: ¿Tropezaron y cayeron para no volver a levantarse? De ninguna manera. A consecuencia de su traspié la salvación ha sido llevada a los paganos, y esto será un desafío para ellos. (Carta a los Romanos 11, 11)

  • En cuanto a ellos, si no se obstinan en rechazar la fe, serán injertados, pues Dios es capaz de injertarlos de nuevo. (Carta a los Romanos 11, 23)

  • Y de nuevo: Canten al Señor todos los pueblos y alábenlo todas las naciones. (Carta a los Romanos 15, 11)

  • En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, y a él nadie lo puede juzgar. (1º Carta a los Corintios 2, 15)

  • Con este fin les envío a Timoteo, mi querido hijo, hombre digno de confianza en el Señor. El les recordará mis normas de vida cristiana, las mismas que enseño por todas partes y en todas las Iglesias. (1º Carta a los Corintios 4, 17)

  • entreguen ese hombre a Satanás; que vengan sobre él desgracias, pero que se salve el espíritu en el día del juicio. (1º Carta a los Corintios 5, 5)

  • Ustedes me han escrito sobre varios puntos: es algo excelente que un hombre no toque mujer alguna. (1º Carta a los Corintios 7, 1)

  • Pero no ignoren las exigencias del sexo; por eso, que cada hombre tenga su esposa y cada mujer su marido. (1º Carta a los Corintios 7, 2)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina