Talált 502 Eredmények: pecado de relaciones
Jesús les contestó: «Si fueran ciegos, no tendrían pecado. Pero ustedes dicen: "Vemos", y esa es la prueba de su pecado.» (Evangelio según San Juan 9, 41)
Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado. Pero ahora su pecado no tiene disculpa. (Evangelio según San Juan 15, 22)
Si yo no hubiera hecho en medio de ellos obras que nadie hizo jamás, no serían culpables de pecado; pero las han visto y me han odiado a mí y a mi Padre. (Evangelio según San Juan 15, 24)
Cuando venga él, rebatirá al mundo en lo que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio. (Evangelio según San Juan 16, 8)
¿Qué pecado? Que no creyeron en mí. (Evangelio según San Juan 16, 9)
Jesús respondió: «No tendrías ningún poder sobre mí si no lo hubieras recibido de lo alto. Por esta razón, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado que tú.» (Evangelio según San Juan 19, 11)
- Sabemos que con el salario de su pecado se compró un campo, se tiró de cabeza, su cuerpo se reventó y se desparramaron sus entrañas. (Hecho de los Apóstoles 1, 18)
Después se arrodilló y dijo con fuerte voz: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado.» Y dicho esto, se durmió en el Señor. (Hecho de los Apóstoles 7, 60)
Digámosles en nuestra carta tan sólo que se abstengan de lo que es impuro por haber sido ofrecido a los ídolos, de las relaciones sexuales prohibidas, de la carne de animales sin sangrar y de comer sangre. (Hecho de los Apóstoles 15, 20)
que no coman carne sacrificada a los ídolos, ni sangre, ni carne de animales sin desangrar, y que se abstengan de relaciones sexuales prohibidas. Observen estas normas dejándose guiar por el Espíritu Santo. Adiós. » (Hecho de los Apóstoles 15, 29)
En cuanto a los creyentes de origen no judío, ya les hemos enviado instrucciones, pidiéndoles que se abstengan de carne sacrificada a los ídolos, de la sangre y de la carne de animales sin sangrar y de las relaciones sexuales prohibidas.» (Hecho de los Apóstoles 21, 25)
Por esto Dios dejó que fueran presa de pasiones vergonzosas: ahora sus mujeres cambian las relaciones sexuales normales por relaciones contra la naturaleza. (Carta a los Romanos 1, 26)