Talált 51 Eredmények: pecar

  • se hicieron prepucios y renegaron de la Alianza Santa, para unirse a los paganos y pecar libremente. (1 Macabeos 1, 15)

  • Hecho esto, tirados en el suelo, le pedían al Señor que no les mandara más tales desgracias y que, si llegaban de nuevo a pecar, los corrigiera con suavidad y no los entregara, otra vez, en manos de extranjeros blasfemos y feroces. (2 Macabeos 10, 4)

  • No hay en la tierra ningún hombre lo bastante justo como para hacer el bien sin nunca pecar. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 20)

  • No digas: "¡Dios me hizo pecar!" porque él no hace lo que odia. (Sirácides (Eclesiástico) 15, 11)

  • No acostumbres tu boca a las groserías: sería pecar con palabras. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 13)

  • ¿Quién pasó por este examen y fue reconocido sin fallas? Puede sentirse orgulloso de eso. ¿Quién tuvo los medios para pecar y no cometió falta, quién podía hacer el mal y no lo hizo? (Sirácides (Eclesiástico) 31, 10)

  • Allí intercambiarás ideas, harás lo que te guste, pero sin pecar con palabras indecentes. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 12)

  • Pero debe ser todo lo contrario con lo que sigue, si no quieres pecar. No tengas vergüenza: (Sirácides (Eclesiástico) 42, 1)

  • Entonces fue cuando Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, enseñándole a Efraín los caminos del mal. Y sus pecados fueron aumentando hasta tal punto que se hicieron deportar de su país. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 24)

  • Han construido, además, altares a Baal, en el valle de Ben-Hinón, para quemar en el fuego a sus hijos e hijas en honor a Moloc, cosa que yo jamás les ordené, ni tampocose me pasó por la mente que practicarían tales infamias para hacer pecar a Judá.» (Jeremías 32, 35)

  • Pero, si tu adviertes al justo para que no peque y siga sin pecar, vivirá gracias a tu advertencia, y tú habrás salvado tu vida. (Ezequiel 3, 21)

  • "Hijo de hombre, esos hombres tienen a sus ídolos arraigados en su corazón; están apegados a lo que los hace pecar. ¿Permitiré que me consulten? (Ezequiel 14, 3)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina