Talált 165 Eredmények: perdonar enemigo

  • «Consulta, en nombre de nosotros, a Yavé, pues Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando; a lo mejor Yavé vuelve a hacer para nosotros algunos de sus milagros, y el enemigo se retira de nuestra presencia.» (Jeremías 21, 2)

  • ¡Todos tus amantes te olvidaron, ya no se interesan por ti! Sí, yo te he herido como hiere el enemigo, con un golpe seco, por tu enorme culpa y por tus numerosos pecados. (Jeremías 30, 14)

  • Así dice Yavé: Deja de lamentarte, y seca el llanto de tus ojos, ya que tu prueba tendrá su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo. (Jeremías 31, 16)

  • Yavé lo asegura: Voy a entregar al Faraón Hofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos que quieren quitarle la vida, igual que entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que quería matarlo.» (Jeremías 44, 30)

  • Sus adversarios la vencieron y ahora se sienten felices, pues Yavé la castigó por sus muchos pecados; sus niños marcharon al destierro empujados por el enemigo. (Lamentaciones 1, 5)

  • En sus días de miseria y destierro Jerusalén recuerda; cuando caía en manos del enemigo sin que ninguno la socorriera; sus enemigos la miraban y se burlaban de su ruina. (Lamentaciones 1, 7)

  • Su impureza manchaba su vestido, pero no pensaba que tendría este fin. ¡Se hundió profundamente! ¡Nadie la consuela! ¡Mira, oh Yavé, mi dolor, ¡cómo se pone orgulloso el enemigo! (Lamentaciones 1, 9)

  • En el ardor de su cólera ha quebrado toda la fuerza de Israel, ha retirado la protección de su brazo frente al enemigo, ha prendido en Jacob como fuego llameante que devora por todas partes. (Lamentaciones 2, 3)

  • Como un enemigo, ha preparado su arco, ha afirmado su derecha, como un adversario ha matado todo lo que encanta los ojos; en la casa de la Hija de Sión ha vertido su furor como fuego. (Lamentaciones 2, 4)

  • El Señor se ha portado como enemigo; ha destruido a Israel: ha destruido todos sus palacios, ha derribado sus fortalezas, no le dejó a la Hija de Judá sino llantos y lamentos. (Lamentaciones 2, 5)

  • El Señor ha rechazado su altar, ha despreciado su santuario; ha dejado a merced del enemigo los muros de sus palacios; en la Casa de Yavé se oyeron gritos como en día de fiesta. (Lamentaciones 2, 7)

  • Yavé cumplió lo que tenía resuelto, cumplió su palabra, lo que había decretado desde antiguo; destruyó sin compasión; hizo alegrarse por tu destino al enemigo, fortaleció el poder de tus adversarios. (Lamentaciones 2, 17)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina