Talált 64 Eredmények: prodigios
mientras tú manifiestas tu poder y das grandes golpes, realizando curaciones, señales y prodigios por el Nombre de tu santo siervo Jesús.» (Hecho de los Apóstoles 4, 30)
Por obra de los apóstoles se producían en el pueblo muchas señales milagrosas y prodigios. Los creyentes se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón, (Hecho de los Apóstoles 5, 12)
Esteban, hombre lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales milagrosas en medio del pueblo. (Hecho de los Apóstoles 6, 8)
Y los hizo salir de aquel país, realizando prodigios y señales en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años. (Hecho de los Apóstoles 7, 36)
Al escuchar a Felipe y ver los prodigios que realizaba, toda la población se interesó por su predicación. (Hecho de los Apóstoles 8, 6)
Incluso Simón creyó y se hizo bautizar. No se separaba de Felipe, y no salía de su asombro al ver las señales milagrosas y los prodigios que se realizaban . (Hecho de los Apóstoles 8, 13)
Con todo, permanecieron allí un buen número de días. Predicaban sin miedo, confiados en el Señor, el que confirmaba este anuncio de su gracia con las señales milagrosas y los prodigios que les concedía realizar. (Hecho de los Apóstoles 14, 3)
Toda la asamblea guardó silencio y escucharon a Bernabé y a Pablo, que contaron las señales milagrosas y prodigios que Dios había realizado entre los paganos a través de ellos. (Hecho de los Apóstoles 15, 12)
Dios obraba prodigios extraordinarios por las manos de Pablo, (Hecho de los Apóstoles 19, 11)
con cantidad de milagros y prodigios, y el poder del Espíritu Santo. Desde Jerusalén hasta el Ilírico, por todas partes he esparcido la Buena Nueva de Cristo. (Carta a los Romanos 15, 19)
Cuando estuve entre ustedes, les hice ver todas las señales del verdadero apóstol: paciencia a toda prueba, señales, milagros y prodigios. (2º Carta a los Corintios 12, 12)
Al presentarse este sin-ley con el poder de Satanás, hará milagros, señales y prodigios al servicio de la mentira, (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 9)