Talált 254 Eredmények: profeta amós

  • En seguida mandó a Elyaquim, a Sobna y a los ancianos de los sacerdotes, todos vestidos con sacos, a donde Isaías, el profeta, hijo de Amós. (2 Reyes 19, 2)

  • Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: «Esto es lo que dice Yavé, Dios de Israel: He escuchado tu súplica acerca de Senaquerib, rey de Asur. (2 Reyes 19, 20)

  • En aquellos días, Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: «Esto dice Yavé: Dispón y arregla tus cosas, porque vas a morir.» (2 Reyes 20, 1)

  • El profeta Isaías invocó a Yavé, y Yavé hizo retroceder la sombra línea por línea, en los diez grados que ya había subido. (2 Reyes 20, 11)

  • Fue entonces el profeta Isaías donde el rey y le dijo: «¿Qué han dicho estos hombres, y de dónde han venido?» El rey respondió: «Han venido de un país lejano, Babilonia.» (2 Reyes 20, 14)

  • El rey ordenó: «Dejen en paz la tumba, y que nadie toque sus huesos.» Y sus huesos, junto con los del profeta de Samaria, no fueron tocados. (2 Reyes 23, 18)

  • Cuando David ya estuvo en su casa, dijo al profeta Natán: «Mira que yo vivo en una casa de madera de cedro mientras el Arca de la Alianza de Yavé está bajo pieles.» (1 Crónicas 17, 1)

  • Y Yavé habló a Gad, profeta de David, para decirle: (1 Crónicas 21, 9)

  • Todos éstos eran hijos de Hemán, profeta del rey, que debía hacer sonar la trompa cuando llegaba la palabra de Yavé. Dios había dado a Hemán catorce hijos y tres hijas. (1 Crónicas 25, 5)

  • Además, todo lo que habían consagrado el profeta Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba al cuidado de Selomit y sus hermanos. (1 Crónicas 26, 28)

  • Los hechos del rey David, desde los primeros a los últimos, están escritos en el libro de la historia del vidente Samuel, en el libro del profeta Natán y en el del vidente Gad, (1 Crónicas 29, 29)

  • El resto de los hechos de Salomón, del comienzo al fin, ¿no están escritos en la historia del profeta Natán, en la profecía de Ajías el silonita, y en las visiones de Idó, el profeta, sobre Jeroboam, hijo de Nabat? (2 Crónicas 9, 29)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina